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[Narra Joey]

Ahora son las diez de la noche, Corey aún no llega, no responde mis mensajes ni llamadas. Comienzo a preocuparme. Estoy acostado en su cama acompañado de la cruda soledad, pensamientos autodestructivos y la pizza de mierda.

¡En qué momento se me ocurrió pararme en ese lugar carajo! ¿Por qué Corey tuvo que conocer a Marty? ¿Por qué el rizado se fijó en él si ya me tiene a mí? Dios mío ¡¿Por qué Corey tuvo que nacer tan guapo?!

Inconscientemente apreté una almohada contra mi cara para poder gritar, de esos gritos que no sabes que podías dar a menos de sentir una rabia incontrolable. Justo lo que me pasa ahora.

Fueron los segundos más largos de mi vida en ese grito, hasta que escuché que alguien abrió la puerta, haciendo que me detuviera.

- ¿J-Joey? - era Corey. Se quedó atónito por mi posición. Aventé la almohada al piso. Que obvio.

- Hola...- fue lo único que pude decir. Traté de no hacer muy notoria mi tristeza pero él se dió cuenta enseguida.

Se acostó junto a mí, algo dentro de su chaqueta comenzó a ¿moverse?

- Traje a alguien que seguro te alegrará.- bajó el cierre de la misma, Murray asomándose de esta fue lo primero que vi.

- ¡Murray! - se abalanzó hacia mis brazos, restregaba su cabecita contra estos y no dejaba de ronronear.

Siempre sabe lo que necesito...

- ¿Por qué gritabas? - dijo Corey pasando su mano por una de mis piernas.

- Nada importante...o al menos no aún.- alcé mis hombros. Él no muy convencido movió la caja de pizza para tener más espacio, se acomodó junto a mi para recargar su cabeza en mi hombro. Suspiró fuerte.

Me dieron ganas de llorar...sin pensarlo lo abracé. Casi lanzándome sobre él, pobre de Murray, fue obligado a bajarse de mis piernas.

Corey comenzó a acariciar mi espalda en forma de consuelo, no quiero que sepa, ni tampoco que Marty gusta él.

- No te quiero perder.- escondí mi rostro en su pecho y con mis lágrimas manchando su playera, me sentí aliviado.

- ¿Q-Qué? Cariño...¿qué te hace pensar que me iré?- dijo con el mismo tono triste.

Mi garganta dolía como la puta mierda, de tanto contener el estúpido sentimiento. Me aferré más a Corey, es mi único lugar seguro, besaba mi cabeza, dejaba caricias en mi cuerpo.

- ¿Todo bien Jo...? -

Ahí fue donde me desbordé, literal mi gente, todo se fue a la mierda. Lloraba desesperado mientras apretaba la tela de su ropa. Mi rubio no entendía nada, tanto que igual preocupado por saber, sentí como su respiración se aceleraba.

Respiraciones que al mismo ritmo eran dolorosas, si yo me tranquilizo él también lo hará ¿no?

Poco a poco fui soltando el aire contenido, inhalando y exhalando, tratando de que Corey lo hiciera conmigo. Besó mis labios y dijo...

- Yo no estoy seguro de que fue lo que te pasó, ni tampoco sé qué es lo que te tiene así. Me gustas tanto Joey, que sería estúpido de mi parte dejarte ir, nunca en mi maldita vida he sido así de feliz como lo soy a tu lado, créeme.- tomó mis manos, envolviéndolas con las suyas, me hizo mirarlo.- Me gustas tanto...me gustas tanto que si él mismísimo James Hetfield me pidiera salir con él ¡lo rechazaría! Ni porque es James lo haría, porque te amo, prefiero estar a tu lado que con cualquier otra persona en el mundo.-

Mierda, este rubio hará que llore más. Aguante las respiración al igual que mordía mis labios para no dejar que salieran más sollozos.

- Te quiero en todas tus facetas, en todos tus estilos, Joey con falda o pantalón sigue siendo Joey y así me enamoré de él...pero no me gusta verte triste...porque también me pone triste, me encanta tu risa y tu felicidad, son mi droga...al igual que tú en general.- dijo con una sonrisa bastante contagiosa.

ꨄ︎𝙏𝙝𝙚 𝙃𝙮𝙗𝙧𝙞𝙙 𝙈𝙤𝙢𝙚𝙣𝙩 //𝘑 𝘖 𝘙 𝘌 𝘠 ꨄ︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora