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"Así como la flor más bonita se marchita, el corazón más roto
se repara y el más insensible se enamora"

Iván Guzmán

-Mira nomas a quien tenemos aquí, al mismísimo Rubén Oseguera- les dije a los demás plebes mientras una sonrisa burlona salía de mi boca

-El mismo que viste y calza Archivaldo- dijo el muy pendejo sintiéndose la mera verga

-Tú bien sabes que no puedes estar en nuestros terrenos Oseguera- dijo mi hermano Alfredo agregándole cierto desprecio al apellido del ya mencionado

Vicente y Serafín veían cuidadosamente los movimientos del sucesor del Cartel de Jalisco, mientras Ovidio tenía la mirada perdida, mi carnal estaba mal y lo que más me cagaba era que no lo podía ayudar.

Cada vez que intentaba hablar con él sobre sus problemas cambiaba de tema o se iba y me dejaba hablando solo

-Yo se muy bien que no puedo estar aquí Alfredo, pero se escucha decir que los mariscos de Sinaloa son los mejores y en especial los de Mazatlán- habló Rubén sacándome de mis pensamientos -Y quería comprobar si era cierto.

-Eso me vale madres, en menos de 6 horas te quiero fuera de mis terrenos o si no vas a valer verga- le dije con un semblante muy serio heredado de mi apá.

Y al parecer le entró por un oído y le salió por el otro ya que veía mi carnal el ratón, intentando analizarlo y eso era algo que debía reconocer de Nemesio, le había enseñado a su hijo a descifrar a la gente con tan solo verlos e ignorar cualquier otra cosa.

-Que ratón, ¿te comiste la lengua tu solo o que pedo?- le dijo un poco confundido ya que no había hablado para nada mi carnal

-Te estoy hablando yo cabron- le contesté a Rubén enojado ya que me cagaba que me ignoraran

-Pero yo contigo no Iván- me dijo el muy vergas con la misma puta mirada de su papá.

Esa mirada de que todo le vale madres y es que en realidad todos los Oseguera eran así, a ellos no les importaba que fueran familia y traicionarse, siempre buscaban la forma de chingar a otros para buscar su propio beneficio así fueran familia o socios y los tuvieran que matar, a ellos les valía puritita madre, todo lo contrario a nosotros los Guzmán y los Zambada, nosotros tratábamos de resolver todo en familia y apoyarnos los unos a los otros.

-Bueno Rubén, si ya confirmaste tu teoría de los mariscos te pido que te largues a la verga de aquí- hablo Vicente con Serafín apoyándolo

-Con permiso y provecho- nos dijo con un tono burlón y antes de irse se acercó a Ovidio y le dijo algo que ninguno de nosotros pudo escuchar ya que lo había dicho en voz baja.

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