"Así como la flor más bonita se marchita, el corazón más roto se repara y el más insensible se enamora"
Milly
Estaba arreglandome cuando escuché hablar a la bastarda de Daivett con mi papi muy alterada en la sala de la casa y bajé para ver que pasaba.
-¡Ya le dije apá! No sé quienes eran, solo se que Rubén me mandó para acá, él se quedó ahí con ellos- dijo Daivett muy alterada por el mugroso de su hermano
-¿Qué está pasando?- dije un poco fastidiada por los gritos -¿Y por qué estás en la casa de MI familia?- le dije.
Mi papi había dejado a la mustia de la madre de Daivett y Rubén por venirse a vivir con nosotros, hace años que no los va a ver.
-Que te valga verga a ti que es lo que esta pasando- me contestó la bastarda esa
-Daivett cálmate- le respondió mi papi -Voy a mandar más gente con Rubén para que salga sano y salvo, pero necesito que te vayas de aquí-
-Fíjate que ni quería estar aquí Nemesio, ni se porque me envió aquí mi hermano en vez de enviarme con mi apá- le contestó Daivett con desprecio
-Escúchame bien, esa basura nunca va a ser tú papá, porque te guste o no yo soy tu padre- le respondió mi papi muy enojado, se le podían ver las venas resaltar de su cuello
-Bien dicen que padre no es el que engendra, sino el que cría y tú perdiste ese título de padre hace muchos años Nemesio- le dijo por último antes de salir por las puertas
-Ay ya papi, no le hagas caso ni la necesitas, cambiando de tema, ¿me das dinero? es que voy a salir con mis amigas- le dije haciéndole ojitos
-No chingues Milly- me dijo antes de irse a su despacho.
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