| CAPÍTULO 6 |

100 10 1
                                    

Jimin no lo entendía.

No entendía porqué su cuerpo había reaccionado así ante Jungkook, un chico al que ya odiaba por su promiscuidad y coqueteo descarado. Ni siquiera le conocía, y el rubio se caracterizaba por gustar de chicos a los que realmente comprendía, era muy curioso, le gustaba saberlo todo de la persona por la que estaba interesado.

Antes de Eunwoo, le gustaron un par de compañeros de su clase, pero nunca pasó a mayores por su vergüenza y porque sabía que eran heterosexuales. Obviamente no tendría oportunidad.

Así que, estaba genuinamente sorprendido de su reacción corporal.

Jimin estaba encerrado en un cubículo de los baños del colegio, sentado sobre la tapa del baño y mirando su polla dolorosamente dura y enrojecida.

Se negaba a tocarse, sería como admitir que de verdad le había gustado que Jungkook le hubiera tocado. Aunque, tocado es decir mucho, solo le había lamido el cuello y se había puesto duro en un segundo. Por Dios, qué humillación.

Esperaría a que la erección bajara, era una solución fácil.

El problema es que llevaba 20 minutos esperando y no sucedía.

Justo cuando ya no podía más y su mano se dirigía renuente hacia la prueba innegable de su excitación, abrieron la puerta del baño.

Jimin se quedó quieto y, saliendo de su estupefacción, esperó a oír algún ruido que delatara la entrada de alguien.

Oyó pasos acercarse al cubículo de al lado, abrieron la puerta y entraron allí.

Efectivamente había alguien a su lado. Además, podía ver claramente unos zapatos a su derecha, ya que había aperturas arriba y debajo de las puertas. Haciendo que los cubículos no fueran tan claustrofóbicos.

La cadena contigua sonó y los pasos se alejaron hacia los lavamanos, Jimin se relajó al oír cómo la persona había acabado. No había notado la tensión de su cuerpo hasta ahora.

Toc. Toc. Toc.

El rubio aguantó la respiración al escuchar cómo tocaban en su puerta.

Su contestación se vio interrumpida cuando el visitante dijo —¿Necesitas ayuda cielo?

Parecía que su pesadilla no acababa nunca.

—Piérdete Jeon, te dije que no volvieras a acercarte a mí. —respondió perdiendo la paciencia — ¿No te quedó claro?

—No mucho la verdad, allí dentro parecía todo lo contrario. —dijo soltando una risita al final.

A Jimin le subió el rojo por la cara al recordar la escena ocurrida en la taquilla. Pero no de vergüenza, sino de furia hacia Jeon, pero sobretodo hacia él mismo.

—¡Cállate! Eso solo fue una reacción fisiológica —gritó hacia la puerta — cualquiera habría reaccionado así en una situación similar.

—Más quisieras, eso no ha sido solo una "reacción fisiológica" —dijo haciendo comillas al aire aunque Jimin no las viera — y lo sabes.

El rubio se mordió el labio tragándose sus palabras en el proceso. No lo había sido, tenía razón. Pero no sabía cómo persuadir a Jeon para hacerle creer lo contrario.

Jungkook estaba seguro de que Jimin estaba duro detrás de esa puerta, había notado como se frotaba contra él antes. Lo sabía porque salió rápidamente de la taquilla para seguirlo después de su estupor momentáneo por la reacción del chico. Aunque, pensaba que se habría ido de la escuela después de lo sucedido, grande fue su sorpresa al ver que Jimin se dirigía a los baños en vez de a la salida.

Odio y Deseo | Kookmin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora