Jungkook está por casarse y Taehyung perderá a la persona que más ama en el mundo.
"Nos vemos" Jungkook exhaló. "La próxima"
Taehyung sonrió por fuera, pero por dentro su cuerpo sangraba.
También sonrió porque en ese punto, no había mucho más por ha...
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"¿Estás seguro de lo que harás?"
Jeon Jungkook se detuvo ante esa pregunta, no porque no se la haya hecho antes.
Sino porque nunca pensó que se la haría él.
Se volteó sobre sí mismo y observó por encima de su hombro desnudo. Lo miró directamente a los ojos, a ese bello café y se sintió reflejado en ellos, vio su cuerpo desnudo sentado sobre la cama volteado hacia él.
Se giró nuevamente.
No soportaba esa mirada.
"No" se sinceró, contestando de espaldas a la única persona que se merecía que le hable de frente. "Pero tengo qué"
Con un suspiró penoso, se inclinó con cuidado y alcanzó con el brazo estirado su ropa interior hecha un bollo en el suelo.
La extendió delante suyo e hizo una mueca cuando alzó un pie para meter la pierna en uno de los huecos, repitió el procedimiento con el otro y subió la ropa por sus piernas hasta quedar de pie.
Cuando se volvió a sentar, alguien tomó su brazo.
"Entonces no lo hagas" le dijo y oh, Jungkook le hubiera hecho caso.
Hubiera hecho absolutamente todo lo que le pedía.
Jungkook presionó los labios y se volteó a verlo una vez más con el alba iluminando aquel rostro.
El más hermoso que Dios había creado.
El mentón fuerte, el cabello negro cayendo monárquicamente sobre su piel tostada, las facciones dignas de la realeza... no, dignas de ser el carnal ejemplo del significado de la perfección.
Estaba enamorado de ese rostro y principalmente de la persona a quien pertenecía.
La persona desnuda, con la parte de la cintura para abajo cubierta por las sábanas coral de seda, acostado sobre su cama y dejando a la vista el torso trabajado tenso ante el agarre del brazo venoso sobre el suyo.
Jungkook se lamió los labios.
"No puedo no hacerlo" respondió con una neutralidad un tanto seca.
Una que no era propia de él, pero que la situación en la que estaba enredado lo empujaba a tener.
Salvo que no quería ser de esa forma ante la única persona con la que alguna vez había sido él mismo, se había mostrado desnudo en más de un sentido de la palabra.
Kim Taehyung suspiró.
Y mediante ese suspiro, la melancolía cobró vida en su cuerpo.
