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Los tres adolescentes estaban sentados en el bote, JJ y Emma en la punta, la rubia con los pies cruzados mirando hacia el mar y JJ con los pies apoyados en el piso del bote, mirando hacia John B, que estaba conduciendo. Paseaban por la costa de Outer Banks, viendo la catástrofe que había dejado el huracán que habia pasado hace pocas horas, y que casi se lleva la vida de Emma, había gente en los muelles, limpiando. Incluido Pope.
—Mira a quien tenemos aquí— el bote empezaba a ir mas lento, acercándose cada vez más a la orilla.
—Tenemos una reunión de seguridad. Asistencia obligatoria— John B frenó frente al muelle de Pope, el cual estaba con una manguera en su mano.
—No puedo. Papá me tiene encerrado— a Emma le parecía raro que no pregunte que hacia una Kook allí, estaba segura que si en el bote Kook aparecía, de la nada, uno de los Pogues, lo atormentarían a preguntas.
—Vamos viejo. Tu papá es un cobarde. Cambio— JJ fingió estar usando un walkie talkie.
—Oí eso, bastardo— el padre apareció atras de su hijo y Emma largó una carcajada.
—Necesitamos a tu hijo— pidió John B.
—Son las reglas. Después del huracán, dia libre.
—¿Quien mierda inventó eso?— el padre de Pope frunció el ceño.
—El pentágono. Tenemos autorización— Emma estaba riéndose mucho, nunca se imaginaria que podría largar carcajadas con cosas que digan los Pogis, pero estaba sucediendo. Realmente los había juzgado mal, no eran tan insoportables.
Después de intentar convencer a su papá, a Pope no le quedó otra opción que saltar al bote de sus amigos, escuchando como su progenitor le decia todo lo que tendria que hacer cuando vuelva.
