Incognito

Solo una observadora

Solo soy una observadora, para mi, mi participación en esta historia solo queda en un, poco conocido, personaje secundario, de esos que solo están ahí debes en cuando, o los que aparecen cuando el protagonista lo llama para pedirle algo, o quien sabe. Al menos esa era mi opinión al respecto. No me malinterpreten. Tampoco me interesa tomar el protagonismo, ni las riendas de la historia, yo solo soy, una observadora.

Caminaba por la mal estructurada ciudad, mi pelo bailaba al compás del viento mientras gotas de lluvia caían sobre el, se aproximaba una tormenta, así que iba a paso rápido. Alcance a ver como una joven pareja, mas o menos como de dieciséis años se daban un beso, a juzgar por mi instinto femenino, me atrevería a asegurar que era su primer beso. Llegue a casa, bacía y sola como siempre, atravesé el largo pasillo para llegar a la cocina, saque la azúcar que había ido a comprar y me dispuse a prepararme un café. Amaba el café, su aroma, color, y amargura. Lo tome y lo lleve a mi cuarto.Me pregunto cuando mis padres volverán. Por asuntos de economía se mantienen fuera de la ciudad, sus sueldos no son mucho, pero nos ayudan a sobrevivir.

"turun"

vibro mi celular, era un chico que no conocía en la vida real, pero que solía hablar con el.

-Hola, Bien y ¿tu?

-Bien, oye, tengo que decirte algo :SS

-Dime

-Casti, me gustas desde hace mucho tiempo, pero hoy lo acepte y tenia que decírtelo ><

-Ok

Realmente no estaba interesada en cuestiones como estas, pero ocurrían siempre. Después de que hablas con alguien por mas de unos mese ya se te "encariñan", pero ¡Vamos!, no creo que puedan amar a alguien si ni siquiera conocen a esa persona en la vida real.

Respire ondo y caí dormida

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-LO SIENTO PROFESOR- dije intrépidamente mientras me anunciaba en la sala de clases

-Catherine... llegas tarde.

De fondo se podían oír los susurros de la clase- ¿quien es ella?; ¿siempre estuvo en nuestra clase?- como siempre, invisible al resto.

Camine hacia el fondo, al ultimo puesto al lado de la ventana. La razón por la que nadie conoce mi existencia es por que ellos ignoran mi presencia. Siempre había soñado tener un amigo, pero nunca lograba simpatizar con nadie, es triste, pero sería peor demostrarlo, después de todo no es gran cosa, ¿no?.

-Muy bien clase, tenemos un compañero nuevo; pasa - dijo mientras le hacia un gesto al que estaba detrás de la puerta.

- Hola, me llamo Tobias Libam.

-Haber... donde te puedes sentar... Ahí.- apuntó a el lado vacío de la mesa que no compartía con nadie.

Mientras se sentaba me miraba fijamente, no tanto como para ponerme incomoda, pero si como para decirle que parara.

-Hola, cual es tu nombre.

-Catherine, mis amigos - si tuviera- me dicen -dirían- Casti.

-Te puedo decir ¿así?

-¿Te considerarías mi amigo, aun que ni siquiera me conoces? -dije mientras una pequeña luz se despertaba en mi.

-Por supuesto- contesto con una gentil sonrisa.

No se cual es su definición o opinión a la palabra <<amiga/ amigo>>, pero solo la idea al pensar que alguien me llamaría <<amiga>> me emocionaba de una manera sorprendente

- ¡Gracias! - respondí con una sonrisa.

Al parecer mi papel de observadora, se acaba en este momento.