Incognito

Impresindible

Desde ese día hacíamos todo juntos. Era como siempre había soñado, eramos inseparables, como si nos conociéramos desde siempre, y eso que solo habían pasado dos meses.

-¡Hey! Casti, llegas temprano, sorprendente -dijo Tobi desde el ultimo puesto a la ventana, con la misma sonrisa de siempre.

-¡HA!, pensabas que no podría- contesté con cierto grado de sarcasmo- en fin - me aproxime al banco - yo gano la apuesta- dije con aires de victoria

-fu...-suspiro- bien, tu ganas.

-Según recuerdo la apuesta consistía en que el ganador podía, pedir cualquier cosa... ¿no?.

-¿Que tramas?, tu indiferencia mezclada con esa particular ironía tuya me mata - dijo entre risas.

-Quiero conocer tu casa- dije sin poder abrir más los ojos.

-Definitivamente no. -contesto con profunda seriedad.

-¡¿Eh?!, ¿por que siempre te niegas?

-Hay algo en mi casa... que no me gustaría que conocieras...

-Algo así como... una plaga? -pregunte con interés

-Algo peor - dijo mientras una gota de irritación corría por su cara.

-Un animal... peligroso?

-Si, animal peligroso le queda genial, dijo con una pequeña sonrisa.

-Bien, y ¿puedo ir a tu casa?- pregunte entusiasmada

-Ok... solo prométeme que no te acercaras mucho al animal peligroso, ¿si?

-Esta bien, después de todo solo me gustan los gatos.

-Buenos días alumnos- saludó el profesor.

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Caminamos hasta su casa, no quedaba muy lejos del liceo, en el camino Tobi me advertía de lo precavida que tenía que ser con aquel, animal salvaje, según el era astuto, y se podía hacer pasar por un tierno gatito.

-Estoy en casa- anuncio mientras entrabamos

-uff... al parecer no hay nadie -dijo mientras formaba una sonrisa de alivio.

Tomo suavemente mi mano. Me estremecí. Y caminamos como si nos estuviéramos ocultando de algo. De pronto se escucho una tabla rechinar.

-¿Eres tu Tobías? - era una grave y profunda voz, fácil de notar que provenía de un hombre.

-Quien- me interrumpió Tobi mientras me arrastraba a lo que parecía ser su cuarto.

-¿Quien era?

-El animal salvaje.

De pronto la puerta se abrió de golpe, apareciendo un chico se mi desnudo, de buen aspecto, pelo negro, que al parecer llegaba hasta donde acababa su nuca, alto y de fina cara, (por no mencionar su buen abdomen).

-No me digas... ella es...¿tu novia? - dijo queriendo burlarse de el.

-¿eh?, no, te equivocas, ella es mi amiga.

No sabía si reír, o mantenerme al margen de la situación.

-Me vas a decir, que ¿no te gusta?- le pregunto el chico se mi desnudo a Tobi.