Crueles aves zigzaguean a través de mis ojos, cercenan el iris que llevo dentro, que solos, ellos, mis ojos, inmutan al movimiento de cualquier presagio errado, lleno de innumerables épocas al sirviente encadenado, muerto ya, de echo sangrando, sigue muerto más su corazón latiendo, vertiendo sangre cuan herida punzante al hervor del momento.
Despierta, ja! un mal sueño, borroso me recupero, no siento mi alma, se han ido mis alas, he caído en un profundo abismo de nada, y por nada he subyugado mis sentimientos al mundo, a la sociedad dogmática, la creencia popular y eclesiástica, sin duda alguna me he convertido en aquello que más odie, más arrope, pero ahora, he de maldecirme y crucificarme al alba de los ingratos, de los despechados.
Recogeré una vara, y viajare, viajare, y no parare, pues buscare un risco y de allí me tirare, y caeré dentro de un foso de agua azulada, clara, mas no dorada, simplemente nadare por ahí una época destinada, una vida sin nada, y reposare dentro de sus aguas heladas.
La elocuencia de mi mente juega con los versos olvidados, echados a su suerte, al coliseo de ardientes multitudes alabando la muerte, la arena roja que mancha la gente, que grosería mas grande creernos virtuosos, más un dios nos ha dado la voluntad de hacernos dichosos, de perdonarnos aunque nos matemos unos a otros, pues dios debe de estar loco, porque crear al animal más deshonroso, al más peligroso, y derribarle los límites de sentirse escrupuloso, creo a un monstruo, a un ser autodestructivo y celoso.
Para, observa, quien es aquel que explora gustoso, que toca y saborea, lo veo, su reflejo, solo soy yo despertando de un sueño, que alegría es poder tocar el suelo, mis alas no están, pero mis pies siguen intactos y erectos, siguen postrándose para el día que decida moverlos, y si levanto la vista, podre verlo, ahí está, el momento de moverlos, de liberarme, de llenar mi cantimplora y dejar el yermo, no lo necesito, pues correré como ave que lleva el viento, como lobo persiguiendo su presa en el prado seco, solo estaremos tu y yo, y asi lo diré, lo hare cierto.
La maldad que inunda con estrepitantés notas el sonido, el canto de la voz más sincera que huye por escarpados caminos hiriendo ángeles por doquier, gritan y se balancean hacia el cielo regocijando plumas blancas de intenciones negras hacia el viento, hacia la tierra que nos sostiene el peso de millones de pasos, que sostiene el miedo enriquecido por nosotros mismos, por el llanto que emerge de la sinergia entre cobardía y valentía, pues que más se yo, ¿que sin ti moriré?, ¿qué renaceré como el fénix?, ¿qué me levantare?, ¿qué luchare?, ¿y precisamente viviré?, aun no lo sé, ¿lo descubriré?, para que preguntar, para que seguir insistente, no es suficiente con mirar hacia arriba y encandilarse con el reflejo del sol en tus ojos, con sentir la lluvia revotar en tus ideas, presenciando la eterna guerra entre las nubes, y disfrutar de una taza de café, de un café obscuro, dulce, como los labios del amor de tu vida, si alguna vez besaste, y si no, no importa, morirás de todos modos, moriremos todos, infelices o al contrario, pero es un final, o el comienzo, a quien le importa, de todos modos, sucederá, y sobre nuestras narices, pasara...

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Espacios vacios
PoesíaDiferentes poesias que en momentos de mi vida, el escribir me sirvio de psicologo, de amigo y de aquel cofre donde guardar mis tristezas. Seguire publicando periodicamente. :)