Único

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- He visto al niño deprimido hoy.

Seungmin comenzó a reír al ver la seriedad con la que su esposo trataba el tema, porque a él le había hecho mucha gracia.

Su pequeño estaba enamorado.

- Minho se le ha declarado hoy al florista nuevo de la otra cuadra.

Bang Chan abrió los ojos sorprendido, pero si su hijo apenas y tenía nueve años.

- ¿Cuál florista? ¿El rubio?

- Ese mismo- confirmó su esposo– el chico le dijo que era muy pequeño para él, que iba a esperar a que creciera y entonces podrían casarse– luego de decir aquello, Seungmin soltó una leve risita- y Minho ha estado llorando desde entonces, porque dice que si hereda tus genes, nunca va a crecer.

De acuerdo, eso lo ofendía muchísimo.

- Ese mocoso- bramó molesto– ya no volveré a preocuparme por él.

Una vez más, Seungmin volvió a reír. Para él era adorable que su pequeño hubiera encontrado a su primer amor, aunque ese chico apenas fuera unos años menor que él o que Bang Chan, de cualquier manera Minho estaba experimentando todas esas emociones y eso era digno de verse en primera fila.

Le dio un beso en los labios a su esposo y se levantó del sillón en donde estaban ambos.

- Haré la cena, cariño. No seas tan duro con el bebé.

- Si está enamorado de un chico diez años mayor, no es un bebé. - bufó al final y Seungmin negó divertido.



(...)



- ¿Entonces cuando voy a crecer? - Minho seguía midiéndose en la pared en la que tenía su línea de crecimiento.

- En algunos años más.

- ¿Años? ¡No puede ser! Eso es demasiado tiempo, necesito crecer para que Jisung acepte casarse conmigo.

Era algo gracioso de ver, porque pensaban que con el paso de los meses, al niño se le pasaría el enamoramiento, pero no, cada semana insistía en ir a comprar flores y aunque a veces solo viera al florista de lejos, le gustaba admirarlo.

- No estás en la edad legal para casarte, Honnie- Seungmin le estaba sirviendo el desayuno para llevarlo a la escuela y Chan observaba su intercambio de palabras sin inmiscuirse en el asunto.

- ¿Cuándo lo estaré entonces?- preguntó abatido.

Seungmin se llevó una mano al mentón, pensativo.

- Después de los dieciocho, pero, oye ¿Cómo vas a mantenerlo sin un trabajo? Debes ir a la universidad y ser un hombre muy importante, como tu papá.

Minho abrió la boca sorprendido, claro que tonto, necesitaba tener una casa muy grande para irse a vivir ahí con Jisung, y tener dinero para poder comer y esas cosas.

- Todo eso es muy complicado– el niño dejó caer su frente contra la mesa y sus dos padres se miraron cómplices para después reír entre ellos.



(...)



Aquella mañana, Minho se había levantado muy entusiasmado, había crecido un centímetro -según él- así que quería ir a ver a Jisung.

Seungmin lo llevó de la mano hasta el lugar, que no solo era una floristería, sino que también servían un buen café.

La campanilla anunció su llegada y en poco tiempo, el chico de los sueños de Minho estaba frente a ellos.

Cásate conmigo | Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora