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Aquella noche...
Era una noche fría y obscura, Luz solo alcanzaba a distinguir las cosas por sus sombras y por su tacto, la niña se había despertado en la mitad de la noche por arañazos en la puerta de su cuarto, eran aterradores y era comos si solo ella lo escuchase, la pequeña se levantó de su cama caminando temblorosamente a la puerta para después abrirla de un solo tirón.
Nada...
No había nada...
La pequeña Luz convencida de que fue su imaginación bajo a tomar un vaso de agua para después irse a dormir.
"Solo fue un sueño no hay nada de lo que temer" susurraba la niña.
Fue a la cocina y tomo un vaso y lo siguiente fue tomar agua del grifo, ya habia tomado agua y se podía ir a dormir.
Pero no...
Le llamo la atención algo...
Una sombra...
Era alta y robusta, como la de un hombre, cuando Luz vio esa sombra los ojos de le pusieron como dos platos, brillantes y grandes.
No podía gritar, ni casi moverse.
Tenía miedo? Algo.
Ella solo se acercó lentamente a la sombra, tratando de no hacer ningún movimiento brusco.
Entre toda la obscuridad del cuarto lo único que se distingue era la sombra, aquella que permanecía en el centro del comedor, estaba estática, a menos antes de que Luz se acercase lo suficiente para distinguir lo que era.
Luz vio como la sombra volteaba lentamente a ella y no podía hacer nada, sus músculos no reaccionaban, pero no le importaba, era como si esa cosa y ella tuvieran una conección, fue algo muy raro.
Cuando pudo reaccionar siguió avanzando hasta quedar unos pasos de esa cosa, al verla bien pudo distinguir su cara, era tan blanca como la leche, con unos ojos negro azabache al igual que todo su traje.
Por unos segundos Luz sintió como se mareaba, pero se paró firme y siguió en pie.
"Que eres?..."
Pregunto la niña.
"..."
Hubo un silencio entre Luz y la cosa, eso solo la miraba, la chica le respondía con otra mirada algo confusa.
"Quien eres? Responde..."
Dice Luz susurrando ya que no quería despertar a sus padres ni a su hermano.
La cosa solo extendió la mano a ella, como un saludo, Luz vio su mano, eran como garras, le llamo la atención que trajera unos guantes con la punta de sus dedos cortadas.
Luz tomo su mano con algo de miedo por lo que le fuera a hacer, pero para su suerte la cosa solo hablo, con una voz ronca y profunda, era como estar escuchando a un demonio del mismo infierno.
"Six..."
Dijo aquel hombre.
"Soy...Luz"
Respondió la niña con algo de duda, Six solo la quedó viendo con una mirada profunda y penetrante.
La chica solto su mano y fue a la cocina caminando en puntitas para hacer ruido, cuando llegó abrió el refrigerador y tomo su merienda para el día siguiente en la escuela y la llevo a Six.
La chica extendió la mano con un sándwich a el hombre que ahora estaba en la puerta de la cocina, es como si la estuviera siguiendo.
"Ten..."
Fue lo que dijo la niña para después un silencio predominará en la cocina, el hombre tomo el sándwich y lo comió.
Luz lo miro con una sonrisa pintada en sus labios esperando alguna respuesta de el, la cual no hubo.
"Eres bueno?..."
Pregunto la niña, a lo cual tampoco hubo respuesta.
"Bueno no importa...Seamos amigos..."
Luz dice todavía susurrando y extendiendo la mano a Six, para que después el hombre la tomase, la pequeña guío al hombre por las escaleras a su cuarto y luego abrió la puerta.
Luz le sonrió y solo tu mano para entrar, Luz solo se acostó en la cama haciendo un espacio para que el hombre también entre, y fue lo que hizo, el hombre se acostó en la cama con la niña.
La pequeña abrazo el brazo de Six en señal de que iba a quedarse dormida, en cambio el hombre solo permaneció quieto mirándola sin decir una palabra.
Luz cerró los ojos y en unos minutos ya estaba totalmente dormida, Six solo se soltó de su pequeño agarre para luego pararse de la cama y tapara a la pequeña Luz con una manta, el se quedó parado unos minutos viendo a la niña ya dormida, luego de eso se inclino y le dió un beso en la frente a ella, el hombre salió de la habitación sin hacer ruido, era como si caminase en mute.
Al día siguiente Luz de despertó con toda la energía y acordándose todo lo de la anterior noche con todo y detalles, pero ella no se lo iba a contar a nadie, por miedo a que le dijesen loca o la internaran en un hospital psiquiátrico.
Luz se levantó de su cama y vio su mesita de noche la cual tenía un arañon bastante grande, ella no lo pudo haber hecho ya que sus uñas eran muy cortas.
Luz lo miro por unos segundos para después irse del cuarto y bajar las escaleras y escuchar a su madre hablar con un tono bastante enojado.
"Luz! Otra vez te comiste tu comida que ibas a llevar a la escuela?!"
Pregunto muy enojada su madre.
Luz no le dió importancia a eso así que solo respondió frunciendo en ceño.
Luz se dirigió a cambiar su ropa de dormir pensando en que podría hacer esta noche con su nuevo amigo.
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