Capitulo 16

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Por habíamos aterrizado en Italia, el aire fresco indicaba en hogar. Sin duda alguna no cambió mi país por nada del mundo.

Los chicos nos ayudaron a bajar, habían dos autos esperando para que cada uno pudiera hacer sus cosas.

Bastian: Aquí ya nos separamos. Tenemos que ver Renata y yo algunas cosas así como ustedes me imagino.

Alexander: De todas maneras mañana nos veremos.

Elena y yo nos despedimos, cada uno ya tenia sus planes armados. Miramos cuando ellos habían trepado a su auto avanzando para salir.

Bastian: Andando princesa.

Me ayudó a subir, no tenia la mínima idea cual sería nuestra primera parada. Pero como siempre Bastian al estar aquí tenía muchas cosas por hacer.

Empezamos avanzar para salir del lugar.

Renata: A donde iremos?

Bastian: Nuestra primera parada será el banco. Necesitas retirar todo y pasarlo a otra cuenta al igual que tienes que cancelar la cuenta fantasma de Regina que te ha estado sacando dinero sin tu consentimiento.

Renata: No se supone que ella al estar en prisión no debería tener cuentas?

Bastian: Se supone, pero como esta a nombre de otra persona y ligada a tu cuenta por eso.

Renata: A nombre de quien?

Bastian: Samuel Ferretti.

Renata: Entonces, esa cuenta también me pertenece?

Bastian: Que comes que adivinas.

Renata: Si te lo digo se te antojará.

Él sonrió sabiendo a que me refería, claro era lo único que me podría interesar comer, me tomo de la mano atrayéndola a sus labios dejando un beso. Por momentos me miraba con ese brillo único que tenia cuando me miraba, sentía que me estaba desnudando con la mirada.

Me quité el cinturón de seguridad.

Bastian: Que haces Renata?

Renata: Hago lo que desde el jet se me estaba antojando.

Bajé mi mano empezando a dar leves caricias, él se sobresaltó pero sonrió de mi atrevimiento, me acerque un poco mas a el dando un pequeño mordisco sin hacer daño a su oreja.

Bastian: Re… Renata me vas alterar.

Renata: De eso se trata no?

Lo miré fijamente a pesar que él mantenía la mirada por la carretera. Mordí mi labio inferior empezando a desabrochar el botón de su pantalón, él solo se removió sacando que lo tenia mas que despierto y listo para la acción.

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El auto tenia super empañados los cristales del calor humano que había dentro.

Renata: ¡Quiero mas! ¡Dame más Bastian!

Bastian: ¿QUIERES MAS?

Se recostó en el respaldo atrayéndome a él juntando nuestros labios, sintiendo su tersa lengua tibia que con esos movimientos hacia que me entraran mas ganas de que de nuevo estuviera dentro de mi.

Bastian sin duda era mi elixir, mi droga que necesitaba todos los dias y al momento que fuera. Lo supe desde el primer día que lo sentí sabiendo que tarde que temprano nos acoplaríamos para estar juntos por siempre.

Me aparté de él mordiendo suavemente su labio inferior.

Bastian: No te podrá revisar el ginecólogo.

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