Delivery of 𝘒𝘪𝘴𝘴𝘦𝘴.

𝐅𝐈𝐕𝐄

Miércoles 08:01 pm.

—Toca.

—Toca tú, eres su novia.

—Si pero creo que su mamá ya está cansada de verme todos los días.

—Imagínate yo. —dijo Mina bromeando, ganándose un golpe por parte de Sana. —Oye. —la golpeó de vuelta.

—Agresiva.

—Tú empezaste.

—Y tú sigues.

—Hola. —ambas jóvenes voltearon hacia donde provenía la voz, Sana sonrió al ver que se trataba de Nayeon, y Mina simplemente mordió su labio pensando en porque Tzuyu invitó a la intenta de Nayeon. —¿tocan

Antes de que ambas chicas contestaran tocó el timbre de la casa de Tzuyu. Segundos después la puerta fue abierta.

—Hola, por fin llegaron, pensé que les pasó algo. —habló la de pelo corto abrazando a su novia por detrás. —Oh, olvidé mencionarles que Nayeon hoy estará con nosotras ya que después de años que no nos vemos.

—Tzuyu. —Mina tomó del brazo a su amiga y la llevó al cuarto ganándose miradas extrañas de las otras chicas. —¿Se puede saber por qué la invitaste?

—Porque es MI casa y MI amiga. —recalcó sus palabras. —Aparte así hablas con ella para que veas que es buena persona.

—No tiene nada de buena persona.

—Ah, ¿no? —Nayeon rió recostadose sobre el marco de la puerta. Observaba a la rubia de pies a cabeza mientras que Tzuyu intentaba escapar del fuerte agarre de Mina. —¿Por qué dices eso?

—Tú sabes porque. —soltó a su amiga.

—No, ¿me dices por qué?

—Nayeon.

—¿Si?

—Te odio.

La mayor negó con la cabeza sonriendo de norma burlesca, mientra que la rubia se ponía roja del enojo, sentía un tipo de odio hacia Nayeon, pero a la vez no.

—No digas eso, me lastimas. —y la contraria frunció su ceño por no entendé el sarcasmo de la pelinegra.

Nayeon reía de forma que Mina tenía ganas de pegarle una fuerte cachetada, pero a la vez sentía el impulso de querer besarla y terminar lo que había pasado la otra vez.

—Oigan, ¿pedimos comida? —interrumpió Sana. —¿O prefieren cocinar?

—Pedir comida.

[...]

—Gracias. —sonrió por última vez la pelinegra antes de cerrar la puerta en la cara del repartidor.

—Nayeon unnie, ¿estás segura que no quieres que te devuelva el dinero? —preguntó Tzuyu viendo cómo su amiga guardaba el dinero restante en su bolsillo.

—No te preocupes, Tzuyu.

—De acuerdo, esperen aquí traeré los refrescos y los vasos.

—Te ayudo. —Sana se ofreció y corrió hacia la cocina donde se encontraba su novia.

Nayeon tomó asiento al lado de Mina, haciendo que sus piernas rozaran.

—Solas de nuevo.

—Lamentablemente.

—¿Por qué tanto odio?

—¿Y todavía lo preguntas? —la mayor levantó sus hombros dándole una mueca de confusión.

—¿Empezamos de cero?

—No.

—Por favor.

—Solo si dejas de molestar.

—Trato, pero antes..

—¿antes que...?

Ni bien terminó la frase, Nayeon la tiró al sofá besándola, y todo odio hacia la mayor desapareció por completo.

Cuando escuchó los pasos de sus amigas, y tomó consciencia de que Nayeon estaba encima suyo besándola, abrió sus ojos y empujó a su contraria rompiendo el beso, la miró totalmente sonrojada y frunció su ceño limpiandose su boca con la manga de su abrigo.

—No hagas eso de nuevo.

—Es que pague tu cena, prácticamente me debías.