𝐒𝐈𝐗

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Jueves 01:39 am.

—¡Tzuyu! —gimió Sana de disgusto al sentir el pie de su novia cerca de su hombro. —Quita tu asqueroso pie ahora.

—Déjame dormir.

—¡quita ya!

—¡dejen dormir mierda! —gritó Nayeon en el piso con apenas una almohada y una cobija, mientras que Mina dormía en el sofá y Tzuyu y Sana dormían juntas en la cama. —¿Tzuyu no deberías darnos tú la cama? Se supone que somos las invitadas.

—Debería pero no quiero.

Nayeon suspiró y volvió a cerrar sus ojos ignorando a su amiga, quien seguía peleándose con Sana.

—Si no quitas tu pie en cinco segundos juro que voy a romperte todos los dedos que tengas. —y Tzuyu obedeció. —Odio tener que amenazar te para que me hagas caso.

—Deja dormir.

[...]

Las horas pasaron y Mina no podía dormir de los ronquidos de Tzuyu. Revisó la hora en su teléfono y marcaba exactamente las cuatro y media de la mañana. Quería ir hasta donde Tzuyu y darle un fuerte almohadazo para que cierre la boca de una vez y deje dormir.

Suspiro y quitó la cobija de su cuerpo, se paró correctamente y con la mirada intentó ver si alguna de las chicas estaba despierta, pero no, Tzuyu roncaba cómo si no hubiera un mañana, Sana estaba dormida boca abajo con la mitad de su cuerpo fuera de la cama, y cuando intentó ubicar a Nayeon no la encontró. Lo cual se le hizo raro.

Salió de la habitación en busca de agua y para su sorpresa Nayeon se encontraba con una cara de pocos amigos recostada sobre la cocina intentando despertarse al cien por ciento.

—¿Qué haces aquí-

—Tzuyu. —respondió seca.

—Lo mismo.

—Recuerdame nunca más venir a hacer pijama da aquí.

Mina simplemente asintió y fue en busca del agua que tanto deseaba.

—Mina.

—Nayeon.

—Sobre lo de hace rato, lo siento mucho.

—¿Qué pasó? —recordó. —Oh.. esta bien no hay problema.

—¿En serio?

—Si de verdad, de hecho no me molestó.

—¿lo dices de verdad?

—Si. —sonrió.

—¿Y si lo hago de nuevo?

—Tampoco.

Nayeon no sabía si estaba bromeando o simplemente su cerebro no despertaba aún.

Pero como ella es Im Nayeon no iba a desaprovechar la oportunidad de besar a la chica que le gustaba.

Se acercó a Mina y sonrió al ver que esta no la apartaba, las manos de la pelinegra viajaron a la cintura de la contraria, y acercó su rostro al de la rubia haciendo que sus labios rocen.

—No se quien eres pero me gusta este Mina. —susurró Nayeon sonriendo. —¿mañana quieres salir conmigo?

—Sólo cállate y bésame.

Dicho y hecho lo hizo.

Y en ese momento Mina despertó.

Miró para todos lados y se encontró con Sana y Tzuyu quienes dormían acurrucada, y el piso estaba Nayeon durmiendo tranquilamente, los ronquidos desaparecieron y el sueño que acaba de tener con la pelinegra no la dejó dormir.

Delivery of 𝘒𝘪𝘴𝘴𝘦𝘴.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora