Gisely
Muevo mis manos en mi cabello con nerviosismo mientras doy vueltas por la comodidad de mi departamento. Me encuentro sola, escondida en estas cuatro paredes de lo que se dice ser mi hogar pero no me siento segura aquí, no con una persona desquiciada detrás de mi. No sabiendo, que no importa donde este, me esta vigilando.
No sabia que demonios hacer, no podía llamar a mis amigos porque simplemente tendría que dar muchas explicaciones. Sabia que si les enseñaba el mensaje comenzarían las preguntas acerca de quien era mi supuesto amante. Y hasta el momento, había entendido que mi "relación" con Brandon O'Conner era secreta, que nadie podía y debía enterarse, ni siquiera mis amigos mas cercanos en los cuales confiaba a ciegas.
Tampoco sabia si debía hablar con el respecto a esto, después de todo la amenaza había sido directamente dirigida a el.
¿Quien demonios era esa persona y como sabia de mi relación con Brandon? Y sobretodo, ¿A que se refería con lo de "aprendera a no tocar lo que no le pertenece "?
Estaba perdiendo los estribos y con cada segundo que transcurría sentía que mi cabeza estallaría como si de fuegos artificiales se tratase.
Debia ir a la comisaría y hablar con el oficial que nos había atendiendo la vez pasada, tal vez el pudiera hacer algo con el numero desconocido y asi llegar a la persona anónima.
El sonido de mi teléfono me sobresalto, anunciando que había llegado otro mensaje.
Sentí el miedo crecer en mis entrañas. ¿Y si era otro mensaje con una amenaza?
"Estate lista para las siete de manera elegante."
Ni siquiera un "buenas tardes" como mínimo, era una orden y a leguas se notaba que no tenia derecho a negarme.
Era obviamente un mensaje de Brandon, estos últimos días había estado lo suficientemente cortantante y distante conmigo como para que lo tratara de una manera no muy cordial. Pero bien claro sabia que no podía mezclar lo personal con lo laborar por lo cual debería recordarme varias veces, que debía actuar de manera profesional ante el, porque ante todo seguía siendo mi jefe.
Ni siquiera respondí su mensaje, imaginaba que daría por sentando que el suyo me llagaría y lo leería. Aun así, existía la duda en mi interior, había dejado claro que debía ir vestida de manera elegante, por lo cual debía preguntarme ¿Era una cena con nada referente al trabajo? o ¿Era un evento importante al cual el debía asistir y yo como su secretaria debía acompañarlo?
Su mensaje había causado que dejara en segundo plano por completo el asunto de la persona anónima, ya me encargaría después con la cabeza mas tranquila sobre el tema, ahora debía pensar en que ponerme y prepararme mentalmente por si debía enfrentarme a personas de la alta sociedad, verme rodeada por personas impocritas no me hacia mucha ilusión.
Una mueca se alojo en mi rostro, mientras rogaba en mi interior para que no tuviera que enfrentarme a ese tipo de personas esta noche.
