Gisely
La punta de mi dedo índice trasaba una pequeña caricia sobre mis labios, causando una leve sonrisa ante el recuerdo de la noche anterior. No podía evitar sentir un poco de ¿Emocion? Si, eso era.
Sus labios habían sido la cosa mas deliciosa que pude haber probado alguna vez, eran suaves y carnosos, perfectos para besar y morder. Su lengua había causado estragos en mi persona con tan solo un beso.
Pero aun así, después de todo lo ocurrido, no podía evitar pensar en las consecuencias que podria conllevar mi decisión. No quería sentirme como una zorra o una regalada. Debía hablar seriamente con el acerca de todo esto y plantar desde un principio los puntos de vista de ambos y las reglas a seguir.
Solte un suspiro para terminar sonriendo, me sentía como una colegiana a la cual le habían dado su primer beso.
Pero todo momento de felicidad tiene su final. Debía ser realista y no crearme falsas expectativas con esta "relacion" por llamarla de algún modo decente. Esto no era una relación seria, era algo que llegaba mas a lo carnal, con nada de sentimientos de por medio, todo sería deseo y pasion. Lo tenia muy claro, pero lo que mas me aterrorizaba era el no terminar completamente ilesa cuando todo esto llegara a su fin, sentía miedo de llegar a desarrollar un sentimiento mucho mas fuerte que el deseo y la atracción por el. Porque debia ser sincera, el era atractivo de una manera envidiable y yo no era completamente inmune a sus encantos.
Pero cada persona tiene su pecado adictivo. . . y Brandon O'Conner definitivamente seria el mio.
El sonido del timbre me saco de mi reflexión mañanera, captando por completo mi atención.
Frunso el ceño acomodando la bata que utilizaba cada mañana para cubrir mi ropa de dormir. Miro la hora por un par de segundos antes de ir a la puerta y tomar la cerradura. La giro lentamente y de un rápido jalón, la abro por completo, topandome con unos ojos fulminantes.
-Tienes muchas cosas que explicarme Gisely Montell y conste que no te libraras tan fácilmente de mi-se introduce en mi hogar, no sin antes golpear su hombro con el mio intencionalmente.
Volteo los ojos por su actitud y cierro la puerta con delicadeza, no queriendo despertar a los vecinos a estas horas de la mañana.
Daved se lanzo sobre uno de los muebles con los brazos cruzados sobre su pecho y una expresión de poco amigos.
Acomode un mechón rebelde de mi cabello mañanero detrás de mi oreja. Nos miramos por un par de segundos donde ninguno pronucio una palabra.
-Se que te debo muchas explicaciones y que también te he dejado mucho de lado sin importar que eres mi mejor amigo y que siempre has estado para mi en mis mejores y peores momentos sin importar nada-comenze a excusarme con un poco de pena-Lo siento de verdad he estado metida en muchos líos últimamente y no he tenido tiempo para hablar contigo. . . ¿Me perdonas?
El me miro seriamente por un par de segundos, soltó un bufido y termino formando una sonrisa sobre sus labios.
-Claro que si pequeña Gisely-extendio sus brazos en mi dirección para que fuera hasta el.
Corrí hasta el y me deje caer en su pecho, dejándome envolver por sus brazos.
-Te estaba echando de menos-admitio apretandome contra su pecho-No sabes las que he pasado en estos últimos días, necesitaba a mi fiel confidente para poder desahogarme.
Rápidamente entendí a lo que se refería con esas palabras, era un tema delicado y que le causaba mucho daño. Comenze a regañarme mentalmente por no haber estado a su lado.
