Solo una Noche

Cóncavo y Convexo

Esta historia será un poco diferente a la historia principal (Serán un pinche One-shot lemon alv y el que no le guste se puede salir de aquí, ya que no estoy para escuchar sus demandas por traumatismo animal) Sin más que decir, espero que les guste esta cochinada.

SEXOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

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Era un día normal en la vida de Hitohito Tadano, las clases eran las mismas de siempre, no tenían nada en especial haciendo que su vida promedio fuera como en sus deseos más queridos. Recuerda el primer día que había llegado a la Preparatoria Privada Itan (PPI), sabía que el examen de admisión fue bastante extraño, puesto que no eran preguntas acerca de materias primarias como Matemáticas, Ciencias Sociales, Literatura o incluso historia del Imperio Japonés, que sigue en pie al día de hoy. Aun así sus días de normalidad habían sido un poco distorsionadas al momento de que todo el salón lo volvió presidente de la clase 1-1.

Ahora el pobre tenía que quedarse otra hora extra para poder revisar el papeleo que sus compañeros le daban, esto podría ser algo pesado para cualquier persona que se hubiera quedado completamente solo como el encargado de revisar las estupideces de la clase. Afortunadamente, para su desgracia Najimi era su vicepresidenta que había sido puesto por el típico "dedazo" de parte de la maestra. Eso si era el problema para él, pensaba que todo este primer año sería un completo infierno... aunque sabía que en su propia mente estaba exagerando. Con varias lágrimas cómicas de tristeza, tenía que intentar por lo menos hacerse otra media hora extra para poder terminar completamente todo el papeleo.

Sin reprochar o empezar a procrastinar, el chico de apariencia promedio comenzó a comprobar rápidamente los papeles que tenía en línea de espera para poder ser verificada, pero algo que se le hizo bastante extraño fuese que unos papeles sobre el desempeño de los estudiantes y calificaciones a cada uno estaban apareciendo frecuentemente. Se le hacía bastante extraño que este tipo de papeles de mayor nivel apareciese como arte de magia, no estaba del todo seguro si se tratase sobre el papeleo que la profesora estaba encargada de contestar o era una prueba personal para que diera su propia opinión como presidente estudiantil.

Aun así, a pesar de que Najimi estuviera haciendo de todo a excepción del papeleo asignado, el chico promedio no podía reprocharle a su mejor amiga. Pero "bajita la mano" le aumentaría los intereses al dinero que le había prestado, ahora mismo la chica de cabello violeta estaba en deuda de casi quince mil yenes departe de Tadano, no quería ni pensar cuanto dinero le debía al resto de sus amigos de la infancia. Aunque por lo menos era buena pasándole un trapo en su frente para quitarle el sudor y ponerle un refresco en su boca al momento de que tuviera sed, el chico no evitaba sentirse completamente decepcionado del tipo de género fluido... como el agua. Al conceptuar en un chiste discriminatorio, Tadano quería soltar una risa, pero por respeto al pensamiento ajeno, tuvo que aguantarse con todas sus fuerzas.

El día pasaba con lentitud y el chico de aspecto promedio apenas llevaba un cuarto de todo el papeleo, sentía como su cerebro estaba quemándose como cuando una vez no reviso los frijoles en el pocillo y terminaron quemándose. Su padre solamente se burló de la situación mientras que su madre era el diablo en persona que estaba a punto de reclamar su alma. Esa noche tuvo que dormir en su estómago por lo mismo que tanto su trasero y espalda estaba completamente rojas de recibir los golpes de las sandalias de madera que portaba su madre, también conocidas como Getas.

Esos recuerdos, aún le daban escalofríos y pues talvez un trauma por aquí y por allá. 

No sabía qué hacer, los papeles a veces se volvían mucho más confuso y diferente a lo que uno hubiera supuesto. Najimi para no estar más tiempo en la escuela, prefirió abandonar a su amigo de la infancia a su suerte para poder disfrutar del resto de su día. Tadano no quería ser el chico aguafiestas de su cómplice, pero en serio le frustraba cuando esta no hacía sus deberes y al final tenía que pagar sus platos rotos. No quería seguir renegando, ya que si no terminaba esto el día de hoy, entonces estaría sufriendo por el resto de su semana y eso era lo que quería por más que fuera posible... evitarlo.