Único

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La mirada de los tres adultos que en ese momento se encontraban en casa fue escéptica, sorprendida y confundida, pero Harry no dijo más y se despidió de cada uno y partió con un ramo de rosas en mano muy decidido.

Lily, James y Sirius, no daban crédito a lo que presenciaron, fueron hasta la puerta de la Mansión y lo vieron irse, a paso rápido.

— 10 galeones a que Lucius no le abre la puerta —había dicho Sirius rompiendo la tensión del momento.

— ¡Hecho! —respondió el otro.

— ¡James! — gritó Lily.

◇ ◇ ◇

Las manos de Harry sudaban, todo él sudaba, frente a él, la Mansión Malfoy se alzaba. Limpió sus manos en su camiseta y se aseguró de su vestimenta una última vez, una vez que estuvo mentalmente listo, golpeó suavemente la puerta y esperó.

Para su bendita suerte Lucius Malfoy la abrió.

-Merlín, esperaba a Narcissa, ella tal vez solo lo medio mate-. pensó. 

Harry juró que por un momento se le olvidó la razón del por qué tocó la puerta, la sola presencia, elegancia y poder que emanaba el rubio hizo de Harry una gelatina a la vez de cuestionarse seriamente si valía la pena morir por tener un cita con el amor de su vida.

— ¿Si?

El pelinegro tragó saliva.

— Se-sseñor, bu-buenas tardes —Harry evitó mirarlo y se concentró en las flores que tenía en sus manos— mi nombre es Harry Potter y yo venía a pedirle si por favor puedo salir con Draco.

Lucius enarcó una ceja: – ¿Salir, dices?

— Sí, señor —respondió mirándole tan valientemente como pudo.

Lucius lo repasó con la mirada, tal vez se imaginaba lo valiente que Harry era al presentarse en su casa, con un ramo de flores, bien vestido, incluso su desordenado cabello colaboró ese día.

— ¡Draco! — llamó dentro de casa.

Harry sonrió, triunfal. Era como si las puertas del cielo le permitieran la entrada.

El menor de los Malfoy bajó ante su llamado, su padre lo atrajo y le dio un empujón que lo sacó de casa.

La sorpresa de Draco en ver a Harry se vio en su rostro y lo saludó — ¡Har... - ouch! — no lo terminó pues sintió un jalón en su camisa.

—Listo, ya salió. —Dicho esto, su padre lo jaló de regreso cual marioneta.— ahora, vete muchacho — despidió Lucius y le cerró la puerta en las narices.

•••••

Lucius rio una vez dentro y miró a su hijo quien estaba cruzado de brazos, ceño fruncido listo para replicar.

— Ve a prepararte Draco, si es inteligente, llamará otra vez.

Draco lo miró sorprendido.

— ¿Cómo? ¿Tú sabías?

— Tú madre me ha puesto al tanto de tu relación con Potter, lo que nos lleva a la confianza que me tienes — lo acusó.

Draco soltó una risa nerviosa— Bueno, no iba a ser nada serio, pero luego... luego...— un suspiro un enamorado salió y entonces agregó emocionado— ¿Eso quiere decir que estas de acuerdo con que salgamos?

El rubio asintió.

— Queda claro que a crecido entre Gryffindors y es de admirar su valentía, ninguna otra pareja tuya se atrevía a plantarme cara y pedirte una cita.

Draco asintió orgulloso antes eso y estuvo de acuerdo, su Gryffindor era valiente, ingenuo eso sí y decidido, lo fue cuando le dijo que iría a su casa pedirle una cita, no esperaba que de verdad lo hiciera, pero eso solo aumentaba las mariposas que sentía en su estómago.

Sonrió y se acercó a su padre.

— Gracias, papá. —Con un abrazo rápido, fue a prepararse.

En ese momento nuevos golpes un poco más fuertes llamaron a la puerta y volvió a abrir la puerta.

— ¿Olvidó algo Señor Potter?

— Escuche señor, yo quiero mucho a su hijo y si me permite invitarlo a salir, digo a una cita, afuera, por más de dos horas le prometo que lo cuídare y le traeré sano y salvo a casa a la hora que usted me diga.

Lucius sonrió y asintió.

— Eso es lo buscaba, muy bien —le dio palmadas en la espalda, felicitandolo— tráelo antes de las nueve.

Una vez que los dos adolescente se fueron, Lucius miró por las ventanas con Narcissa a su lado.

— Bueno cariño, parece que Potter se ha llevado a nuestro angelito.— Suspiró Lucius un tanto melancólico.

— Mira el lado bueno querido, tenemos hasta la noche solo para los dos.

— Amo a donde esto va querida — la atrajo hacia sí y la besó.

Fin

Wuenas wuenas, ay!! quiero primero agradecerles a todos el apoyo que les han dado a mis otra historias, me emociona mucho que les gusten, mil gracias.

Segundo, este iba a ser una historia de San Valentín, pero estaba insegura y no me daba tiempo de terminarla xq ando tratando de salvar el semestre 🥺 la plena que eso me tiene bien triste y solo leer algo de esta parejita me alegra la vida y pues aquí está.

Ay, bueno eso es todo, gracias por el apoyo! Chau

Permiso Para SalirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora