Mi alma esta desolada en su propio sentimiento perdido.
Me siento a meditar sobre el tiempo que llevo existiendo y lo poco que he vivido.
Mi consciencia es opacada por una consciencia falsa y el fantasma de un delirio.
Recuerdo aquellos tiempos donde la felicidad era completa, en mi mente habían metas y objetivos por completar.
Al fin y al cabo la tristeza no es miseria porque es la única amiga que aparece cuando nadie está.
Soy solo la sombra de los sueños de un niño.
Soy la brisa que llega y pasa por una cordillera que nadie jamas verá.
Oculto la muerte en mis brazos y en la vida dejo el trazo de un alma incrédula y torturada
que pereció en el regazo de un ser privado de la existencia.
Pienso en la estupidez humana y no hallo un final aparente, si no me considero feliz es por la maldición de vivir siendo un ser consciente.
Si la ignorancia es felicidad nunca he estado mas feliz de ser infeliz y de no tener una mente corriente.
Soy un presente en un Mar de ausentes,
pero al fin y al cabo sigo siendo alguien más que siente.
