𝑬𝒗𝒆𝒓𝒚𝒃𝒐𝒅𝒚 𝒍𝒐𝒗𝒆𝒔 𝑸𝒖𝒂𝒄𝒌𝒊𝒕𝒚 ❛+➀➇❜ (En Pausa)

Plan divino.

⚠️ No hay coito, toca moverle a la historia 😻🙏

Las esponjosas nubes blancas rebosaban en el cielo, aquel día nublado era más que perfecto para un día de cocina.

Una joven en su casa del pueblo se encontraba alegre cocinando algo de galletas para sus hijos, quienes solo jugaban en la pequeña estancia con alegría.

Unos golpes provenientes de la puerta principal llamaron la atención de todos. La madre se aseguró de que sus galletas no se quemaran y fue rápidamente a atender la entrada.

—¡Un momento!
Gritó mientras quitaba el seguro de la manija.

En el marco de la puerta, un chico de altura promedio con un traje violeta acompañado de un corset del mismo color apretando encima de su camisa blanca su cintura, haciéndolo ver mucho más exquisito pero elegante.
No traería su característico corro de lana, está vez su cabello largo sería lo que más llamaría la atención, puesto que lo hacia ver muchísimo más atractivo.

—¡Oh! Pero si es uno de nuestros héroes.
Dijo la campesina sonriente, sintiendo como sus hijos se ponían a los costados de sus piernas, asombrados del héroe.

—Buen día señorita, disculpe las molestias pero mi primera damo y yo venimos a mostrarle mi candidatura a la alcaldía de Karmaland.—
Una dulce sonrisa en ese herido rostro, Quackity estaba tratando de dejar su cara a la vista a petición de muchos de los habitantes del pueblo, ya que les daba más confianza verlo sin esa prótesis de porcelana.
—¿Le gustaría oír sobre el plan de gobierno?

—¡Pero por supuesto! Aunque pensaba que habían retirado tu postulación, chismes locales.
La joven soltó una pequeña risa, mostrando su cansada sonrisa.

—Ah, claro..chismes.

¿Acaso sería necesario un flashback? Yo creo que sí.

[• • •]

La tormenta estaba arrasando con todo a su paso, esa sería de las únicas veces que Karmaland estaba sufriendo por un desastre natural tan potente, aunque eso de natural no tenía nada, pues estaba siendo mandado por los dioses.

La joven Quackity trataba de no ser arrastrada por el viento, aunque Sapo Peta servía como un apoyo tras su espalda.

A los pocos minutos que el grupo pudo mantener una postura, empezaron con un ritual.

—¡Sa-po Peta! ¡Sacudeme la trompeta!

Gritaban todos juntos, viendo como un aura verde los iluminaba, de igual manera, el cuerpo del deadra mostraba unas luces verdes en sus franjas.

Calma.

Hubo demasiada calma por unos segundos.

Todo era silencio, la lluvia había parado aunque el cielo se mantenía oscuro, y ni siquiera el sonido del viento era audible.

—¿Funcionó?
Preguntó Rubius con una ceja alzada, ya no veía que nada sucediera.

—Great, my first ritual and it sucks.
Habló de manera sarcástica la cabra, sacando algo de alcohol de adentro de su traje de vestir.

—Al menos dejó de llover.
Sapo Peta pensaba de manera positiva.

—¡Pero ocupamos hablar con esos cabron- ¡aH!
La pata comenzó a flotar, siendo llevando por una sonda de luz en el cielo.

Todos en aquella cima empezaron a asustarse, especialmente el deadra, veían como se alejaba hasta ascender al cielo, pero no iban a dejarla sola, no de nuevo.