Prologo

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Narrador

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Narrador.

La una noche que logró escapar del infierno, era fría, la nieve caía y el suelo de teñía de blanco, corría por el largo bosque sintiendo como a sus espaldas venían en montones a atraparlo, no le importaba soportar el fuerte viento ni lo doloroso que era correr con esos zapatos por la nieve, no pensaba dar marcha atrás.

Su vida era perfecta antes de ser comprometido, con el tiempo fue empeorando, pero su punto de quiebre fue cuando "su esposo" tomó lo que más quería y lo hizo pedazos sin compasión, es por eso que había tomado esa decisión, tomando lo poco que tenía y que consideraba preciado para el en un descuido logró salir del castillo y corrió lejos de el. Pero lograron darse cuenta de su ausencia y ahora le pisaban los talones haciéndole sentir la desesperación de ser atrapado.

Una de las ramas cubiertas por la nieve le hizo tropezar y caer al suelo de golpe, intentó pararse y volver a correr pero un agudo dolor le hizo caer de nuevo, tomo su pierna mirando la cortada que había en ella; sintió la impotencia formarse en lágrimas que rodaban por sus mejillas, sintió dolor en el pecho y desesperación, sintió toda clase de sentimientos que fueron sacados en un doloroso grito ahogado en su mano, no había más salidas, sólo oscuridad y arboles.

Dentro de esa oscuridad los ojos azules de una bestia brillaron cuando en su vista se topó aquel pequeño cordero que lloraba en el suelo mientras veía a sus espaldas e intentaba arrastrarse y alejarse del ruido de los soldados; lentamente se acercó a el hasta quedar de frente.

El joven miro la sombra de la bestia levantando la mirada despacio hasta toparse con el hocico y los filosos colmillos pero no fue lo que más atención llamo, sino que fueron los hermosos ojos azules que aquella bestia tenia fijos en el. No sentía miedo el estar frente a la bestia y la bestia no sintió el instinto de matar a aquella criatura; en ambos algo había florecido, era extraño y agradable, pero que causaba cierto terror en el menor.

Para cuando uno de los guardias reales llegó a donde estaban, Barcode dormía en el lomo de la bestia rumbo a su nuevo destino.

Para cuando uno de los guardias reales llegó a donde estaban, Barcode dormía en el lomo de la bestia rumbo a su nuevo destino

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Prologo.

Hapy_holi

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