𝗘𝗧𝗘𝗥𝗡𝗔 𝗝𝗨𝗩𝗘𝗡𝗧𝗨𝗗 messi, dibu

sin excusas

lionel nunca antes había dudado sobre qué prendas ponerse para salir.
haciendo memoria, creía que era la primera vez que le preocupaba su presentación.

se removía incómodo con cualquier pantalón o camiseta. ¿me veré lindo? pensaba, para luego avergonzarse de sí mismo por siquiera pararse a pensarlo. era el efecto de emiliano.

un mensaje del aludido le llegó, apurándolo. se encontrarían en una plaza por el centro. al acordar el punto de encuentro, notaron que vivían relativamente cerca.

lionel estaba nervioso. en su viaje de ida, repasó cuarenta temas de conversación distintos. pero no tardó mucho en descartar cada uno de ellos. concluyó que todo le parecía muy forzado.

cada conversación que había tenido con el arquero, en su momento surgió de forma natural. ahora sería extraño hacerle preguntas que en ninguna situación posible le haría.

entre quejidos por no poder callar a su mente, bajó del bondi y en unos cuantos pasos, ya estaba en el lugar acordado.

elevó la vista y allí estaba. su altura resaltando por encima de los demás, y su cabello ondulado moviéndose ligeramente debido a la brisa que se hacía presente.

messi no recordaba haberlo visto tan atractivo antes de eso. los cargos que llevaba, más esa camiseta negra suelta y la dos cadenitas cayendo desde su cuello hasta su pecho. suspiró sin poder creer que aquel joven estaba así vestido solo para encontrarse con él.

se acercó, mientras emiliano ya lo había notado y le sonreía a la distancia.

──por suerte te dije que te apuraras ──fue lo primero que le dijo, mientras le revolvía los mechones de forma amistosa. lionel dejó escapar una sonrisa boba.

──me quedé dormido ──mintió. desde que se había despertado a eso de las diez de la mañana, su cabeza había estado ocupada con el encuentro que tendría esa tarde. además, estuvo como media hora probándose ropa.

──estás lindo, enano ──no tardó en decir, mientras comenzaban a caminar en una dirección desconocida para messi.

el halagado jugaba con sus dedos, soltando un "gracias" apenas audible. a solo unos segundos del encuentro y el más alto ya estaba avergonzándolo.

──¿yo no estoy lindo? ──cuestionó el menor, buscando su mirada.

lionel se aventuró y decidió mirarlo también.

──si ya lo sabé', para qué queré' mi opinión.

──sos muy lento. ──chistó. messi pensó que se refería a su paso, así que lo aceleró.

──no es mi culpa que tengá' las piernas de una jirafa. ──emiliano rodó los ojos ante el comentario, mientras reía por la malinterpretación.

──dios mio dame paciencia. ──martínez se lamentaba por dentro.

qué horror gustar de alguien tan tonto. por ahí era verdad que el supuestamente alto coeficiente de messi sólo funcionaba cuando estaba en la cancha.

──¿a dónde vamo'? ──ya habían caminado unas cuantas cuadras.

──a hacerme un arito. ──messi se sorprendió ante la declaración.

ahora que lo miraba mejor, notó que ya tenía un piercing en su oreja derecha, sin embargo no llevaba joyería.

──¿cuál te va' a hacer?

──este que va por acá ──señaló la parte superior de su oreja. ──industrial creo que se llama.

──se te va a caer la oreja ──comentó gracioso. emiliano negó con la cabeza, sonriendo.