Mis chicos (Narunette, Sasunette, Gaanette) ✔️

Capítulo 2 (Naruto)

Narro yo

Allí estaba la azabache, esta intentó golpear a Tsunade en el rostro pero la rubia no se lo permitió.

—No es tan fácil, niña— habló la mayor sujetando la pierna de Marinette.

Marinette soltó su pierna del agarre de Tsunade, con una voltereta retrocedió un poco.

Sakura saltó cayendo justo donde su maestra estaba, dando así una patada de hacha.

—Buen trabajo las dos— felicitó en cuanto Sakura se levantó después de dar aquella patada.

—Gracias por entrenar con nosotras, Marinette— agradeció la Haruno mirando a la azabache.

—Cuando quieran, un entrenamiento con ustedes de vez en cuando no hace ningún daño— respondió la de ojos azules con una sonrisa en labios.

Pronto Kakashi llegó, estaba allí para llevar a comer a la de cabellos azabaches.

Marinette subió a la espalda de Kakashi tan pronto lo vio, este con gusto cargó a la azabache para que descansara.

—¡Adiós!— se despidió la Haruno con un notorio tono amable.

La azabache y el Hatake correspondieron el adiós con un movimiento de sus manos antes de seguir caminando.

[...]

—¡Uzumaki Naruto esta de vuelta!— gritó desde un gran poste.

[...]

—Adoró el SakuraMochi— confesó la chica mientras comía otro rollo.

—Termina de comer, iremos al campo de entrenamiento 7 al terminar— informó el Hatake mientras le daba otro SakuraMochi a la chica.

—¿igenos a engremar?— preguntó la chica con SakuraMochi aún en su boca.

—Primero, come— regañó el Hatake.

Marinette obedeció y se terminó su té y su SakuraMochi, al terminar Kakashi pagó la cuenta.

Ambos se dirigían al campo de entrenamiento, llegaron de primeros, por lo que tuvieron que esperar.

Marinette era algo impaciente, por lo que no dejaba de moverse.

—¡Ni tú tardas tanto!— se quejóla chica. —¿A quién esperamos?— preguntó bastante impaciente.

Kakashi, quien estaba sentado en medio del campo con un libro, este no era escrito por Jiraiya ya que ya los había leído todos.

—Ya quédate quieta— regañó mirando a la azabache.

La recién regañada, a regañadientes, se quedó quieta, posó su brazo en el hombro de su sensei mientras miraba al horizonte esperando visualizar a alguien.

—Ya está llegando— le informó esperando que su pequeña faceta impaciente se fuera.

Marinette solo miró al chico, era rubio y más alto que marinette, por unos 6 centímetros.