Sin pena avísenme si hay algo mal escrito, no veo bien debido a que estoy medio ciega.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Estaba cansado, no, cansado no, se sentía muerto, no podía dejar de jadear mientas se sentaba en el banco donde se había sentado el pelinegro escuchando su risa al verlo tan derrotado.
— JaeHyunnie, ya no puedo, sigue sin mí.— Dramatizo dejando caer su cuerpo al costado de su novio.
— Oh, bebé, pero si apenas estamos empezando, esto es solo el calentamiento.— Ante eso se escucha como TaeYong lloriqueaba en el hombro de su amado haciendo que YoonOh volviera a reír rodeando el cuerpo del rizado con uno de sus brazos para así abrazarlo.
Desde hace unos días habían empezado a ir al gimnasio ya que JaeHyun lo invito a ir con él y obviamente que TaeYong no lo pensó dos veces antes de aceptar, en serio que al principio el más bajito estaba determinado y emocionado por empezar a ejercitarse, en serio lo estaba pero después del primer día se arrepintió al sentir el cuerpo tan adolorido por los ejercicios. JaeHyun le comento que era algo normal que sucedería al principio ya que el cuerpo no estaba acostumbrado a ese tipo de trabajo y que con el tiempo se sentiría mucho mejor.
— Está bien, corazón, quédate aquí descansando.— JaeHyun depósito un besito en la frente del más bajito para luego levantarse y acariciar su mejilla.— Estaré justo ahí, si me necesitas.— Señaló una máquina que TaeYong no supo reconocer, supuso que era alguna máquina para las piernas por los soportes que tenía en la parte delantera del asiento.
— Claro, Hyunnie.— Sonríe suave viendo como la mirada del pelinegro se derretía ante su sonrisita.
— Te amo, pastelito de arroz.— Deja un último beso en los labios del rizado siendo correspondido de inmediato.
— Te amo más, Yoonie.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de haber pasado unos cinco minutos descansando en el banco decidió que era mejor retomar los ejercicios, por lo que se levantó tomando su botella de agua y acercó a su Hyunnie para avisarle que estaría en una máquina de sentadillas que él le había enseñado a usar.