Por favor, salvanos

Prólogo "¿Qué pasó?"

Nadie sabe de dónde surgió exactamente, un hombre con capacidades extraordinarias que parecía tener incluso conocimientos sobre eventos futuros. Un día durante un robo a alguna de las tiendas de dust de la ciudad de Vale apareció dicho tipo y con ayuda de una chica lograron someter a los delincuentes, su actuación fue tan extraordinaria que pareció llamar la atención del propio director de la Academia Beacon el cual fácilmente accedió a darle un lugar en la prestigiosa escuela para cazadores. Lo verdaderamente interesante parece haber empezado allí. Durante los próximos dos meses se reportaron comportamientos extraños en el alumnado de la institución, principalmente proveniente de dos equipos en específico, el equipo RWBY y JNPR, gemidos, llantos, gritos, súplicas y moretones que se encontraban únicamente en algunos de los miembros femeninos de ambos grupos. Nadie sabía que sucedia exactamente y las quejas de parte de los estudiantes y el mismo personal de Beacon no sé hicieron esperar, aunque ninguna de estas llegó realmente a oídos del director por lo que se mantuvieron cómo un simple rumor durante mucho tiempo.

Sin embargo las complicaciones no tardaron en llegar, el propio Ozpin había desaparecido y en su lugar este sujeto se alzó cómo la mayor autoridad de Beacon, los cazadores más poderosos trataron de detenerlo pero todos ellos fueron derrotados en cuestión de algunas horas. La ciudad fue la siguiente en caer para posteriormente apoderarse de todo el continente, los demás reinos no tardaron en sufrír el mismo destino siendo Atlas el último en caer ¡Y solo habían pasado un par de meses!. Todo el planeta se sumergió en un completo caos, el Grimm no tardó en entrar a varías ciudades que poco o nada habían podido hacer al respecto. Era más que obvio que el tipo no sabía nada sobre como gobernar y eso se dejó más que claro con los acontecimientos anteriores, las personas luchaban por sobrevivir día a día sin importar que tuvieran que hacer para lograr su cometido. Sin embargo no todos dentro de Beacon se sometieron a aquel sujeto, talvez fue una simple casualidad u obra del destino aunque lo que si está claro es que ese encuentro cambiaría completamente el destino de Remnant.

Era tarde por la noche, el sol se había ocultado hace ya bastante tiempo y todo el alumnado se encontraba dentro de sus respectivos dormitorios. Atraves de los oscuros pasillos una solo persona se pasaba, era una joven de piel clara con ojos plateados y cabello negro hasta el cuello con puntas rojas. La chica vestía una camiseta sin mangas negra con un diseño de Beowolf en forma de corazón en el pecho y pantalones largos blancos decorados con rosas rosadas. También usa una máscara para dormir negra decorada con ojos rojos triangulares. ¿Su nombre? Ruby Rose, cazadora en entrenamiento y líder del equipo RWBY. Había estado buscando a todo su equipo durante las últimas tres horas pero sin ninguna clase de suerte, finalmente se dió por vencida y decidió regresar a su dormitorio para descansar un poco. Abrió con cuidado la puerta de su dormitorio para entrar y volver a cerrarla, estaba oscuro y bastante frío, trataba de encender la luz constantemente sin embargo fallo rotundamente.
La chica hubiera seguido intentando si no fuera por una repentina mano tapándole la boca y sujetando su cuerpo con fuerza, trato de gritar y golpear a su atacante pero nada dió resultados. Fue empujada violentamente hacia una silla en el centro del dormitorio y otro par de brazos la sujetaron por los hombros atandole ambas manos detrás de la espalda.

—Ruby, ¡Cálmate!—la primera persona le hablo—.

La chica se calmo inmediatamente al escuchar la voz de su atacante.

—¿¡Yang!?

Frente a ella se encontraba una mujer de unos 17 años aproximadamente. Tenía la piel clara, cabello rubio y ojos violetas. Vestía un extraño traje de baño amarillo con detalles en dorado y un collar metálico alrededor de su cuello. Ruby se sonrojo intensamente al ver el como su hermana mayor se encontraba vestida.

—Y-yang—la chica tartamudeo—¿Porque estás vestida así?

—A el le gusta así

—¿El? ¿A qué te refieres? ¿Dónde están las demás.