Un paso constante al otro, la grava y el asfalto se combinaron en un mismo sendero mientras se ahogaba en su posible futuro, por ahora ello era lo único que valía su existir, lo único que disponía y que mantenía su cordura era aquel papel que su "difunta" madre dejo antes de esfumarse repentinamente de la realidad, una larga caminata deja al panteón alejarse con la perspectiva del ambiente. La una pequeña garua lo acompañaba camina a su destino, el claro de aquel alto de tonos azules se pintaron de las tinieblas...... oscura como la redención de un alma en pena..... y desde la más alta cúspide de un montés un débil rayo de sol se escapa.
El bosque que la conformaba era profundo, una espesa neblina se avistaba por todo el área y la dificultad de caminar era peor cada vez que se adentraba; el silencio gobernaba, pero, a pesar de ello sentía como si lo estuvieran siguiendo, como algo que puede encontrarse ahí pero a la vez no. En lo profundo del bosque se escuchaban susurros, palabras incoherentes y la sensación de ser acosado por miles de filosas miradas en su espalda, de pronto, el ambiente se entorna gélido, su cuerpo comienza a temblar repentinamente pero la determinación es importante para seguir.
-(Kaori): Ya no hay vuelta atrás, debo seguir.
Abrazándose así mismo continua hasta llegar el lecho de la cumbre; ya casi es mediodía, la cigarras comienzan su canto que le recuerda a su tierna infancia; después de una larga caminata encuentra una banca y se dispone a descansar para dejar salir sus pensamientos:
-(Kaori): Madre.... ¿realmente falleciste?..... aun no puedo creerlo, no soporto la idea de contemplar una tumba vacía...... ¿Dónde estarás?.
Mientras disfrutaba del lugar escucho unos pasos aproximarse, no le tomaría importancia si no fuera que sintió como alguien se acomodó a su lado, cuando se dispuso a ver de quien se trataba solo presencio un puesto vacío, sobándose su cara sigue con el camino encontrándose más adelante con una escalera en espiral que lleva al prado del santuario oculto.
Cuando ascendía a la cima observaba desde las praderas profundas manchas negras que aparecían de la nada, eran pocas, luego variadas y después se contaban por cien; pero al darse la vuelta uno de esos agujeros comienza a "comerse" todas las escaleras, con prisa pero teniendo cuidado de no resbalarse corre contratiempo para llegar al santuario, pero al escuchar voces que mira de reojo detrás.
-(Kaori) ..!?
Todo sentido de la descripción no lograron definir qué cosa era cuando ante sus ojos estuvieron manos arrastrándose tratando de alcanzarlo y voces que solo repetían su nombre; no permitió que el pánico controlara sus acciones, pues, manteniendo el ritmo de su carrera logra llegar sano y salvo a las puertas del santuario, al mirar nuevamente detrás de sus hombros y aquella mancha se desvanecía poco a poco con una pequeña mano tratando de salir de ahí.
Al ingresar una aura de calma reposa en su alma, el sentimiento que solo se compara estando en casa, estaba muy bien cuidado a pesar de los indicios de abandono; ante el un pequeño santuario reposaba en el jardín y arrodillándose reconoce que el pilar pertenecía algún tipo de ente. Hurgando su chaqueta extrae el ultimo recuerdo de su progenitora, pues días antes de su siniestra desaparición le encomendó leerla una vez estando en el santuario.
14/02/17 Para: Mi amado hijo Kaori
Ha pasado tanto tiempo desde aquella vez que te sostuve en brazos, tan inocente, tan indefenso con un resplandor casi divino, debido a infortunios del destino fui la única que debía cuidarte, pero aun así acepte con todo el amor que siento por ti. Entre más crecías tu sonrisa era un hermoso retrato de tu rostro, aunque a veces presentía en mi pecho que tenías un gran pesar en tu corazón.