LLYLM

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recomendado escuchar la canción mientras se lee (de paso háganle stream a tremenda obra de arte TT) 


<3

La noticia de que los sully dejarían Awa'atlu se expandió con rapidez, todos los metkayina hablaban de esto, y antes de que Neteyam pudiera contarle cualquier cosa al hijo del olo'eyktan este ya sabía todo. Lo miró desde lejos, sus ojos enseñando todo el dolor que había causado aquella información. 

Neteyam se acercó poco a poco, el metkayina se dió la vuelta y pese a los gritos del mayor llamando su nombre no se detuvo en su camino, tratando de contener las lagrimas que poco a poco se acumulaban en sus ojos. Caminando sin rumbo alguno, apretando sus puños y murmurando palabras sin sentido. Apresurando el paso cada vez que sentía que el de tez oscura estaba cerca. 

- ¡Ao'nung! - El sully agarró su brazó, logrando que quedaran cara a cara. El metkayina mordió su labio y miró a sus ojos, preguntando un gran "¿Qué quieres?" que el mayor entendió a la perfección. - Lo siento, pensaba contarte en la mañana, no pensé que me quedaría dormido, ni tampoco que todos estarían hablando de esto como un gran chisme. - su tono denotaba angustía, Ao'nung sabía que sus disculpas eran sinceras pero no podía evitar sentir aquella sensación de traición. 

- ¿De verdad deben irse? ¿Por qué si ya no hay una guerra que pelear? ¿Por qué debes volver? - las preguntas salieron rápidamente, su voz quebrándose con cada palabra, tratando de contener cualquier sollozo que pudiera salir. 

- Nung, extraño mi hogar. - Neteyam sostuvo sus brazos, acariándolos con delicadeza. - necesito ir de nuevo, sentir el pasto en mis pies, no la arena. Ver a mi abuela, charlar con otros omaticaya. Ver nuevamente las plantas luminiscentes, montar un pa'li otra vez. - una sonrisa adornó sus labios mientras hablaba de sus deseos. 

La vista de Ao'nung se encontraban nublada por lágrimas, con solo pestañear la primera gota caería. Y así fue, después de eso no retuvo ni una más, sus mejillas se humedecieron, el líquido llegando a su cuello. Bajó la cabeza, no podía seguir mirando a la cara al omaticaya, sabiendo que este se iría en solo cinco días, que había perdido meses pensando en como declararse, pensando que si hubiera dicho lo que sentía hace tiempo tal vez se hubieran convertido en algo. 

Neteyam colocó sus manos en las mejillas de Ao'nung, obligándolo a alzar la mirada, limpió sus lágrimas. Transmitiendo con la mirada que verlo así le hacía mal, a tan solo unas lágrimas más del metkayina de empezar a llorar. 

- Volveré, solo no sé cuando, pero lo haré. No te preocupes, pecesito. - Le sonrió, acariciando su mejilla, Ao'nung colocó su mano encima de la suya. 

- ¿y crees que puedo esperar meses sin ti? no puedes entrar a mi vida y solo irte así. - su voz temblaba, su tono era bajo pero claro. - Tú eres de allí, yo soy de aquí, sé que amas el bosque tanto como yo amo al mar. - mordió su labio - pero llegué a amarte mucho más a ti. 

Neteyam veía anonadado al metkayina. Este se apresuró a hablar, cerrando los ojos, no siendo lo suficientemente valiente como para contemplar la reacción que sus palabras lograrían.

- no necesito tu honestidad, ¿podrías mentir como si me amaras? - las lagrimas salían con mas furia que antes. - en estos cinco días que nos quedan, ¿podrías mentir como si me amaras? envuelveme en un sueño, tal vez al final sea lo suficientemente real para mí. - Ao'nung mantenía la mano del omaticaya en su mejilla, tenía miedo que al soltarla el mayor saldría asustado por su comportamiento, quizá sentiría asco de pensar en si quiera tener algo con él. - De esa manera, podría dejarte ir. - sollozos salían de sus labios, miedo y vacío crecían en su pecho, el dolor era casi que insoportable. 

Ao'nung miraba al piso cuando finalmente abrió sus ojos, soltó la mano del omaticaya y espero a que saliera corriendo, a cualquier insulto o burla, en cambio recibió un abrazo, tan apretado que llegó a llenar un poco aquel hueco en su corazón. Respiró profundamente, tratando de calmar sus pensamientos. 

- Nung, no tengo que mentir. - acarició apaciguadamente su cabello que se encontraba suelto aún en el abrazo. Se separó lentamente, buscando la mirada del menor, al encontrarla se quedó mirándolo por unos segundos, detallando cada parte de su rostro, sus ojos encontrándose rojos, sus párpados hinchados igual que sus labios y sus mejillas levemente más oscuras. Sostuvo su rostro, asegurándose que su mirada no se desviara a ningún otro lugar, que sus ojos fueran sus único objetivo. - Oel ngati kameie, ao'nung - unos segundos después otro abrazo llegó por parte del dueño de aquellas palabras, el mayor cerró los ojos sintiéndose pleno y el metkayina seguía analizando aquella frase. 

Lentamente rodeó la cintura del omaticaya con sus brazos, aceptando el abrazo, cerrando sus ojos dejándose soltar cualquier preocupación pasada, incluso el pensamiento de que cuando ese momento terminara de igual manera el mayor de los sully se iría y no lo volvería a ver en Eywa sabe cuanto tiempo. 

Neteyam besó su cabeza, apretó por última vez y rompió el abrazo. - te amo, pecesito. No tengo que mentir, no tengo que actuar cuando estoy contigo. Eres mi lugar seguro, nung. Nunca te dejaría para siempre, cada que me duermo tu imagen es lo último que aparece en mi cabeza y al despertar mi primer pensamiento es ir a verte. Yo tampoco aguantaría mucho tiempo sin ti. Pero necesito ir al lugar donde me crié, y si quieres; podrías venir conmigo. - el rostro del de tez clara se iluminó pero al instante un puchero apareció en sus labios. 

- ¿y si mis padres no lo permiten? 

- Entonces usaremos estos cinco días para convencerlos. -Entrelazaron sus dedos y unieron sus frentes. 

No era un adiós, solo un "hasta pronto"

- ☆ -

Hoy escuché LLYLM y no pude resistirme, era necesario escribir esta historia, no pude evitar pensar en ellos y en esta situación. Espero les guste, si les gustan las historias Aonunete pueden pasarse por mi perfil <3

lie like you love me ❀ AonuneteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora