Capitulo 24

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Hoy Pablo y yo íbamos a visitar Paris, ninguno de los dos lo conocíamos bien bien, en plan de haber ido a ver cosas.

-Pablo, ¿estás ya?

-Si, ya voy.

-Nos vamos?- pregunto el.

-Vamos.

Fuimos a dar un paseo por Paris, de verdad tenia unas ganas de volver y contarle todo a los chicos.

Nos paramos en el césped de enfrente De la Torre Eifel a tomarnos el almuerzo especié picnic.

De vez en cuando pillaba a Pablo mirando con una sonrisa en la cara.

-¿Por que me miras?- rei mientras bajaba la cabeza.

-Porque eres preciosa.

-Ai cuanto te quiero- dije yo abrazándole.

-Pero yo no quiero que me abraces- puso morritos y yo reí y dejé un pico en sus labios.

-Ahora si- dijo él satisfecho.

-Mañana nos vamos por la mañana así que en cuanto lleguemos al apartamento tenemos que recoger todo.

-Vale, ven siéntate aquí- dijo dando palmadas en sus piernas y yo no iba a decir que no así que sin pensármelo dos veces me senté en sus piernas.

Estaba siendo todo muy romántico pero yo quería dar salseo así que me empecé a mover las caderas circularmente.

-Nerea...-me paro con sus manos.

-Dime- dije con cara pícara.

-No calientes la comida si no te la vas a comer.

-¿Quien dijo que no me la quiera comer?

-Ah con que quieres- pregunto mientras me giraba el cuerpo para que le mirara.

-Tal vez- alce los hombros y me volví a girar.

-¿Se está haciendo un poco tarde no?- dijo él levantándose.

-Que va si aún queda para que sea por la tarde- me reí yo de la situación.

-Que no, vamos a comer que los dos tenemos hambre y mucha- me alzo para que me levantara.

-Aii Pablito te calientas tú muy rápido no?

-Hombree si calientas la comida que quieres que te diga.

-Cariño mío cuando lleguemos a Barcelona habrá premio hasta ahora no.

-Joder Nerea, mira que te lo he dicho y ahora como bajo yo esto?- señaló un bulto en su pantalón y me empecé a descojonar.

-Amor bájatelo tú solito.

-¿Quien lo ha provocado? Tú, pues lo bajas también por lista.

-Si lo intentó bajar te lo voy a subir más al final.

-Joder y cuanto falta para llegar a Barcelona-paso las manos por su cara y yo me empecé a descojonar.

-No lo sé Pablo.

-Pero venga, vamos al apartamento, ¿no tenías tantas ganas?

-Ah si, si- me contestó el desanimado.

-¿Enserio te vas a poner así por no comer?

-Pues si tengo hambre y más ahora que la has calentado.

-Pues te esperan horas cariño mío- dejé un suave beso en sus labios.

-Joooo-bajo la cabeza poniendo cara de pena.

Un Sueño Cumplido ✨// Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora