Una nueva oportunidad en la vida

Capítulo 3: Dejando atrás el hogar

Latias y Latios llegaron al jardín secreto al minuto de salir de la casa de Bianca. Con una velocidad de vuelo asombrosamente rápida, cubrieron la distancia entre los dos lugares rápidamente mientras se ocultaban bajo el manto de su invisibilidad. Salieron del estanque central del jardín y se secaron con un pequeño pulso psíquico. "Hmm, secarnos así es mucho más eficiente que esperar hasta que nos sequemos naturalmente, eso es seguro", comentó Latias, girando su largo cuello hacia un lado para mirar su cuerpo e inspeccionar sus plumas completamente secas. Ella sonrió. "Y más increíble. Me encantan nuestros nuevos poderes psíquicos, ¡son tan útiles!"

"Bueno, para empezar, nuestras plumas son a prueba de agua", señaló Latios, mirándola y descubriendo que su entusiasmo era contagioso. "No absorben agua por lo que se secan rápido, no había quemucha espera en primer lugar. Pero sí, esto es mucho más rápido que esperar hasta que la humedad sobrante se seque". El Pokémon Eon macho se movió hacia el lugar de descanso de Soul Dew en el pedestal del santuario del jardín, sus ojos rojo sangre recorrieron todo el lugar como si inspeccionara cuidadosamente. para asegurarse de que todo estaba perfecto. El dragón azul miró atentamente la joya durante varios segundos una vez que la alcanzó, casi como si estuviera comprobando dos veces para asegurarse de que estaba reparada y en perfectas condiciones. "Me alegro de estar aquí. de nuevo, me hace sentir a gusto", comentó Latios, claramente contento de estar en el jardín secreto una vez más.

"Sí", estuvo de acuerdo Latias, flotando hacia su lado. Le dio a Soul Dew una mirada rápida antes de presionarse contra el costado de su hermano y acariciar su cabeza en la parte superior de su cuello, cerca de su cabeza. "Y me alegro de que estés bien y que todo haya terminado".

Latios le sonrió suavemente, disfrutando del contacto cercano con ella. "Parece que no estoy rompiendo mi promesa de estar siempre ahí para ti, después de todo", susurró el dragón, presionando un beso afectuoso en la frente de Latias. "Te amo, Latías".

"Sé que lo haces, hermano. Y yo también", respondió Latias, dejando escapar un suave ronroneo de satisfacción. Los dos dragones permanecieron así durante varios minutos, apretados uno contra el otro y disfrutando del consuelo natural que se brindaban mutuamente. Después de lo que pareció una eternidad para ambos dragones, Latias se apartó y lo miró. Luego se movió un poco con ansiedad. La dragona estaba teniendo un dilema mental consigo misma. Lo que Brock había dicho acerca de que Ash y sus amigos se irían pronto la había molestado mucho, más de lo que hubiera esperado. Se admitió a sí misma que estaba enamorada del joven entrenador, y ahora que su hermano estaba bien y podía dejar de preocuparse por él, Latias se había permitido pensar más en Ash y lo que sentía por él. Se dio cuenta de que no quería separarse de él. Si Ash no podía quedarse porque su viaje no se lo permitía, entonces ella podría irse con él. Pero no pudo encontrar la forma correcta de pedirle permiso a Latios para salir de Alto Mare, ni tampoco lo hizo.quiere dejar atrás a su hermano o sus deberes tampoco. La solución ideal era que ambos se fueran con Ash, pero eso enfrentaba el problema de convencer a Latios. A la joven dragona le parecía un dilema sin solución, uno al que no quería enfrentarse.

Latios notó fácilmente su inquietud. Se había vuelto muy bueno para decir lo que sentía su hermana. Debido a que era huérfano desde su nacimiento, Latios siempre se había encargado de convertirse en mentor de Latias. Incluso si algún Pokémon legendario los hubiera ayudado en su crecimiento, Latios había madurado mucho más rápido de lo normal para convertirse rápidamente no solo en el hermano mayor de Latias, sino también en su figura paterna. Podía decir que algo estaba molestando a su hermana, pero ella tenía problemas para encontrar la manera de decírselo. "¿Algo te molesta, Latias?" le preguntó amablemente, con una sonrisa cariñosa en su rostro. "Pareces molesto desde que salimos de la casa".