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EL AZABACHE ENTRABA a su última clase el día viernes ya para salir de vacaciones y de primer grado, su día no iba tan bien que digamos

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EL AZABACHE ENTRABA a su última clase el día viernes ya para salir de vacaciones y de primer grado, su día no iba tan bien que digamos. Era el último día y decían que debía disfrutarlo al máximo aunque el destino parecía estar comando cuentas con el, no le fue tan bien en el examen ni tampoco en el torneo que tuvo. Su sueño era formar parte de los tres grandes en la escuela Blue Lock Academy. Sentía envidia de un chico en especial, el lo tenía todo. Desde la primaria formó parte de los tres grandes en aquella prestigiosa academia, Isagi entró con una beca mientras que el nacio en cuna de oro: sus padres eran empresarios y tenía un hermano futbolista. Yoichi era de segundo grado ya mientras que aquel era de último año y estaba en el primer lugar, portaba con grandes privilegios dentro del plantel e inclusive fuera de él. Mientras que Isagi era acosado por tres chicos llamados Meguru, Seishiro y Rensuke, eran garrapatas pegadas a el.

Salió de sus pensamientos cuando por la ventana observo al rey de Roma: Itoshi Rin jugando fútbol, era un dios en el. Era rápido y hacia movimientos ágiles, si fuera una chica ya se habría enamorado de él.

- ¡Isagi Yoichi! Si no le interesa mi clase puede retirarse.

El profesor le llamo la atención al azabache, trago en seco y se dispuso a prestar atención sin notar que un hombre fornido yacía observándolo desde el campo.

El profesor le llamo la atención al azabache, trago en seco y se dispuso a prestar atención sin notar que un hombre fornido yacía observándolo desde el campo

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- Isagi...quiero jugar contigo. - Chilló su compañero ganándose de una mirada amenazante del catalogado Prodigio.

- Ni hablar, el jugara conmigo. - Frunció su entrecejo. Su plática se dio por finalizada en cuanto los gritos de chicas sin parar resonaban en la cafetería, era el gran Itoshi Rin yendo por su almuerzo de plebeyos.

- Rin-chan es tan genial. - Habló melosamente, se ganó una mirada del oji azul.

- ¿Lo conoces? Pareces colegiala enamorada, con todo respeto, Bachira. - Seishiro dijo, con una mueca.

- Su mamá es amiga de la mía. - Sonrió ampliamente llevándose un bocado a la boca masticandolo como si de un cerdo se tratase.

Y denuevo, la mirada de Isagi volvió a posarse en la figura de Rin pero esta vez sus miradas se cruzaron y la mantenieron allí, como si jugarán un duelo. Las mejillas de Yoichi se tornaron rojizas, Rin había ganado, victorioso aparto la mirada de aquel chico tan extraño que lo observaba.

A Rin le molestaban las miradas de otros, la presencia de alguien externo a su familia le resultaba desagradable, pero la de ese muchacho debilucho no le desagradaba. Quería que el siguiera mirándolo a escondidas, el estaba alimentando su ego, aunque nadie se diese cuenta Rin se avergonzaba de la mirada dulce y llena de admiración del menor. Itoshi Rin desconocía aquella sensación, la idea de sentirse débil y vunerable por otra persona le resultaba detestable, es por eso que lo penetraba con su mirada para que este dejara de observarlo.

Isagi no dejo de hacerlo, era su rutina verlo siempre y admirarlo en el campo y en las clases. Anhelaba hablarle como lo hacia Bachira con tanta naturalidad y hasta un apodo le tenía, quería tener el valor de hacerlo. Su instinto de doncel le decía que si le hablaba, lo tendría a sus pies. Pero...

¿Sería eso cierto? ¿Itoshi Rin se dejaría dominar por aquel doncel de bajos recursos?

¿Sería eso cierto? ¿Itoshi Rin se dejaría dominar por aquel doncel de bajos recursos?

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Broken Heart || RinSagi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora