Rush
Ella dijo:
"Ya no importa" y reprimió una lágrima.Jade
Dejé escapar el vaho de mis labios entre jadeos axfisiantes, apreté los labios furiosa, sabiendo que apenas podía visualizar debido a la fina capa de lágrimas que recubrian mis ojos.
Vi como él, intentaba decirme algo entre un débil murmullo, no deje que terminara, me di la vuelta y empezé a correr, a correr como si no hubiera un mañana, porque pensé algo:
No te van a entender, nadie ha pasado ha pasado por tu misma situacion, nadie ha vivido el mismo dolor que tú, tu te has enfrentado a bastantes momentos duros tu sola, te has dado por vencido una y otra vez, te has tropezado con la misma piedra en repetidas ocaciones, y solo tú sabes lo difícil que es haber logrado algo en tu vida.
Tus logros son para ti, solo tú entiendes lo que te ha costado, así que antes de preocuparte por palabras ajenas, piensa en cada escalón que has subido. Nadie entenderá tu esfuerzo. Tú vales y mereces, los demás no importan.
Me apoye en mis rodillas tratando de recuperar el oxígeno que había dejado ir mineras corría débilmente, nada de esto había sido buena idea, no había sido una buena idea venir aqui intentando que Rush se diera cuenta de que esto era imposible, nada podía ser como nosotros queríamos, me sentía idiota por llegar a crear una idea en mi perdonando a Rush.
Abrí los ojos con dificultad, sitúe a Etoile sentándose ante mi sacando la lengua felizmente, reprimí una sonrisa suave al ver sus ojos azules deslumbrantes, realmente era el único que no me había abandonado, todos pensaban que era un lobo pero ni yo lo sé, es más un husky, ya que en mi zona hace demasiado frío como para tener otro tipo de animales, más teniendo que tener un acompañante guardián.
Me ladró pidiendo seguir andando, recupere el aire y mis lágrimas para ese entonces ya estaban completamente secas.
Establecí mi compostura y seguí andando rápidamente junto a etoile.
Vi de reojo a el guardián de Joshua, era un hombre robusto e intimidante, en realidad era demasiado amable como un humilde cacho de pan recién horneado.
Me miró seriamente en modo de saludo y siguió su camino haciendo resonar sus armaduras de hierro.Seguí andando visualizando mi alrededor, aún había cenizas de el último ataque que habían tenido los de Waroxk.
Trague dificultosamente intentando deshacer el nudo de mi garganta al recordar los primeros ataques que tuvieron hacia nuestro reino, poco me di cuenta de que había llegado a mi destino, tratando de no hacerme la idea de que estúpida y horrenda "misión".
Seguía repudiando el hecho de ser solo una simple persona un puesto bajo el gran gobernador, Hostan Troswalver, de hecho el reino se nombró Walver inpirado en el apellido de él nombrado.Los guardianes que se mantenían ante el castillo oficial me abrieron las puertas al comprobar mi identidad. Caminé desganadamente, noté como uno de los subdirectores corría hacia mí, aunque esté en concreto lo único que hacía era mandar indicaciones de Demon.
Me paré en seco al ver que se le veía alarmado, pálido y algo...raro.—¡HOSTAN HA MUERTO, EL PADRE DEL GRAN GOBRNADOR HA MUERTO!
Miré extrañamente a el hombre gritando, no supe si reírme o darle el pésame.
Gire mi cabeza mirando a todos lados, resople pesadamente sin entender nada y camine rápidamente hacia la sala en la que trabajaba Ellie, la única a la que aguanto.
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¿Desde cuándo somos diferentes?
RandomHay heridas horribles, en carne viva, y hay otras peores, de esas que no sangran, de esas que parece que han cicatrizado, pero que, si las rozas, duelen como el primer día. "-A veces los frágiles se escudan en esa apariencia para no mostrar todos s...