Capítulo 3 (La mascara)

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Continuación:


Pasos mojados adornaban el interior del corredor de su departamento, subiendo las escaleras el cansado diablillo, dejando en su rastro un camino puro y húmedo de sus huellas en cada escalón. Suspiro al llegar al tope de la cima.

Fue una larga noche...

Apenas el ruido de su llegada llamo a su cacera que estaba literalmente al frente de su puerta, salió disparada hacia él.

—¡Buckso! ¡¿Tiene idea de la hora que es en este momento?! — pregunto recriminándolo.

—De hecho, no — respondió con una mala cara. Estaba lo suficientemente jodido como para soportar a su irritante vecina.

—¡Ohg! — exclamó con asombro al ver el desastre que dejaban las huellas empapadas del imp. Blitzø al darse cuenta de lo que estaba pasado dio un paso atrás, siendo claro el chirrido húmedo que seguía en sus botas —¡Mi tapete nuevo! — regaño, teniendo al diablillo con las manos arriba a manera de vulnerabilidad, todavía con aquella particular mascara blanca en su mano —¡Bueno, esto lo pagara con su seguro de depósito, Buckso! — cobro como si el pequeño imp no tuviera suficientes cuentas por encima que pagar.

Blitzø dio un resoplido, buscando paciencia donde no la tenía. Estaba a nada de estallar.

—Oiga, Señora Mayberry... — llamo a la demonia de cuernos, piel morada y patas de cabra.

—¡¿Qué?! — grito con aire retante, con sus manos en su cintura a la espera de lo que le diría.

El demonio de cuernos largos alzo su brazo a manera de hablar o pelear, cerrando su boca lo mejor que podía. Él no era alguien que se guardaba los comentarios. Oh no, pero era la duella de todo este departamento después de todo, y si hacia algo que no debía sabía que se arrepentiría después. Bajo su mano que seguía sujetando el objeto recién tallado, rendido ante su sentido común después de todo.

—Nada~ — suspiro con desanimo, sin más ganas de seguir luchando. Rondando sus ojos con desprecio.

—¡Eso es lo que es usted, Buckso. Una gran nada! — palmo sus manos para darle aquel crudo insulto, metiéndose a su departamento para cerrar la puerta en una azotada detrás de la misma.

Blitzø frunce su ceño, parpadeando con total lentitud, teniendo en su cabeza al menos algo.

—¿No es hora de que valla al laboratorio ¡Para que le aprieten los tornillos?! — peleo su anhelado comentario de guerra, mirando la puerta cerrada —Siii...lo necesita — jadeo ya más calmado de liberar algo de tensión. Siguiendo su camino rumbo a su morada, todavía escuchando el sonido de sus empapados pies, pero ya hace rato le daba igual.

Encendió las luces, teniendo un cálido recibimiento por parte de su ser favorito de todo el mundo.

—¡Hoolaa! — saludo a su perrita Loona. Como la amaba. La canina de cuatro patas y de estatura pequeña salta a los brazos de su amo, lamiendo su rostro y dejándose acariciar por este mismo —¿Qué tal, Loony? — le dio un abrazo, acariciando su barriguita, caminando por su casa en busca de descansar —Sabes que no puedes brincar, es contra la reglas caninas — dijo a manera de sermón pero lleno de amor, bajándola para que caminara por el departamento.

Dio un suspiro de alivio al tener paz en su mente, vaya que ese ser peludo le ayudaba en sus malos ratos. Dejo el exótico accesorio encima de su ordenador para poder descansar.

Loona busco entre sus cosas su juguete favorito, un frisby mordisqueado por la misma. Mordiéndolo mientras gruñía en el proceso.

El imp busco entre su colección de casetes una de sus cintas favoritas, por ser un adulto no significaba que no le gustaban las caricaturas, todo lo contrario, era un buen alivio para él. Una buena dopamina de risa le venía bien entre muchos enojos.

The Mask [Stolitzø] ~Stolas x Blitzø vs Stolas x Valentino~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora