you & me «duff mckagan»

5. La causa de tu muerte

Dream.🤍

—¿Quién te ha traído a casa?

No he dado más de dos pasos y ya se vienen los interrogatorios en esta casa.

—Hola a ti también.

—Es qué mamá te estaba espiando desde la ventana —me explica mi hermana pequeña.

Miro a Melody y luego a mí madre salir de la cocina con una sonrisa curiosa.

—¿Nuevo novio, cariño?

—Eh... no.

Melody se ríe y sus ojos cafés brillan de diversión.

—Eso dijiste la última vez y estuviste siete meses con uno.

Cojo un cojín y se lo tiro a la cara.

—¡Dream! No golpees a tu hermana, que aún estudia. —replica mi madre y me ofrece una taza de café.

—Gracias —musito.

—¿Qué tal el casting?

Sonrió con tristeza mientras le doy un sorbo al café.

—No me han cogido.

Mamá me mira con tristeza y me abraza con fuerza.

—Lo conseguirás, cariño. Sólo no pierdas la esperanzas, vales mucho.

Suspiro con tranquilidad, los abrazos de mi madre son los mejores. Melody no se une al abrazo, es más cerrada pero sé que muere por unirse.

Tengo dos hermanas, una de diecinueve y otra de veintiocho: Melody y Serena.
Serena es la mayor, vive con su novio en San Francisco.
A Melody la adoptaron con unos pocos meses, de padres coreanos, que por desgracia murieron en un accidente de coche.

Es atlética, creativa, adora el maquillaje y las rutinas de belleza, también práctica ballet. Le encanta el campo, salir a caminar y siempre se viste de manera urbanita o coqueta.

La adoro.

Siempre la he defendido de los niños que se metían con ella cuando era pequeña. Era la única asiática en su clase y la insultaba por tener los ojos rasgados.

Los profesores decían que era cosa de niños, yo les dije que eran unos racistas de mierda.

💋💋💋💋💋

Caminamos zigzagueando, nos dirigimos a la zona de las mesas, Melody nos intercepto en el camino. Liam y yo encontramos una mesa cerca de la pista de baile, tuvimos que comprar una botella de vodka para poder obtenerla.
Nos dejamos caer en el sofá de cuero, esperando a qué nos trajera la bebida, el hombre no demoró más de cinco minutos, colocó una bandeja de hielos qué contenía la botella abierta y vasos de cristal.

Me serví un poco en un vaso y miré a mi alrededor, buscándolo, era complicado porque habían un montón de chicos. El local era enorme, lo único seguro es que no estaba bailando en la pista, no parece un hombre que le guste bailar. Igual ni siquiera ha venido.

—¿A quién buscas? —Indaga Liam con una sonrisa maliciosa.

—¿No les has contando nada? —interviene mi hermana incrédula— no me lo puedo creer, Dream la reina del cotilleo sin contar sus anécdotas.

Liam y Suki se miran entre sí.

—¿Ni siquiera me lo has dicho a mí? —pregunta Suki llevándose una mano a su pecho dolida.

Es verdad que a Suki le digo hasta cuándo veces voy al baño a cagar.

Pocas veces conseguimos quedar los tres debido a los estudios y los trabajos, y me apetecía contarles en persona.