Perfecta

233 33 11
                                    

"Éramos tan buenos amigos hasta hoy
Que yo probé tu desempeño en el amor."

Pov Rob

Suspire intentando calmar mis nervios mirando mis pies o a mi alrededor, apreciando los bellos adornos de distintos tonos de verde y amarillo. No podía creer lo que estaba pasando, me iba a casar y con la persona que más amaba, de verdad era algo completamente impresionante.

Desde hace tiempo nos conocíamos pero por diversos problemas tuve que alejarme. Cuando llegue al pueblo de Tortillaland jamás pensé en encontrarme a mi pequeño amigo, el amor de mi vida.

Recuerdo que me encontraba sentado en una banca frente a la heladeria de Aroyit, te había enviado un mensaje para que pudieras venir a verme, mientras esperaba mirando los alrededores del pueblo naranja pude escuchar mi canción a mis espaldas, eras tú, tú con tu bella sonrisa y tus hermosos ojos verdes brillando de la emoción.

–¡Hola Carru! –Hable emocionado, llamándote por aquel apodo que usaba tanto en nuestra niñez.

–¡Rob! –No tuve tiempo de reaccionar cuando ya tenia tus brazos enredados en mi cuello, correspondí el abrazo pasando mis brazos por tu cintura, mi nariz hundida en tu pelo aspirando aquel delicioso y dulce olor a limón, tal y como lo recordaba. –¡No sabes cuanto te extrañe!, tengo demasiado para contarte. –Te separaste del abrazo, me miraste mostrándome tu bella sonrisa con esos pequeños colmillos asomándose.

–Pues volví para quedarme a tu lado, así que tenemos mucho tiempo para contarnos muchas cosas. –Al decir esto pude ver tus mejillas tornarse rojas, no pude evitar sonreír con ternura al ver tu preciosa cara, Dios, no se como pude vivir todos esos años lejos de ti.

Soltaste una sonrisa nerviosa que hizo latir a mi corazón como loco. –Para, quédate ahí que yo me escucho todas tus canciones. –Dijiste para después sacar una cámara de tu mochila apuntándome con ella, yo solo reí y pose para que sacaras la foto. –¡Listo! Toma, tu primera foto, te la regalo. –Con una bella sonrisa me entregaste la foto.

–A ver, a ver, a ver. –Tome la foto entre mis manos observándola mientras soltaba algunas risas. –Uy tremendo, alta foto, gracias. –Hable sin borrar esa sonrisa que siempre provocas cuando estas cerca.

Te quedaste un rato mirándome para después volver a abrazarme.  –No puedo creer que estés aquí. –Como amo tus abrazos Carru.

Fue solo un momento, pero puedo jurar que fue uno de los momentos mas hermosos que pude haber tenido, claro, el primero siempre será el haberte conocido.

Luego de unos momentos nos separamos, me empezaste a contar lo genial que era el pueblo y todos los nuevos amigos que habías hecho. Dimos vueltas por varios lugares, como el cine de Pol y la asombrosa ciudad de Spreen (obviamente tuvimos que sacar su visa), la tarde llegó y nos encontrábamos en una montaña viendo el cielo y los hermosos tonos naranjas que este poseía.

–Ya te lo dije muchas veces, pero de verdad no sabes lo feliz que me siento al tenerte al fin conmigo. –Senti tu cabeza apoyarse en mi hombro, el calor subió a mis mejillas y no pude evitar sonreír ante la calida sensación que tomaba lugar en mi pecho.

–Quizás sepa como te sientes Carre, todos esos años que pase lejos de ti fueron como una auténtica tortura. Ahora estoy contigo y no me iré a menos de que me lo pidas. –Con suavidad tome tu mano, acariciándola. –Eres mi motivo de felicidad y la razón de mis sonrisas, me niego completamente a volver a separarme de ti.

Tomaste mi mano y la besaste. –También eres mi felicidad Rob, escucharte hablar, escucharte cantar, escuchar tu risa, me llenas el corazón de infinita alegría con tu sola presencia, te aseguro que eso jamás podrá cambiar.

"Solo tú, no necesito más
Te adoraría lo que dure la eternidad"

No me contuve y te bese, en ese momento no me importó si arruinaría nuestra amistad, simplemente seguí la voz de mi cabeza, los latidos de mi corazón aumentaron cuando sentí el como me correspondías. Tus manos se posaron en ambos lados de mi cara, mientras que las mías en tu cintura, profundizando el beso. Un beso tierno, lleno de amor y cariño que recuerdo hasta el día de hoy.

El aire nos empezó a hacer falta y nos separamos, conectando nuestras miradas, ambos con las mejillas completamente rojas y la respiración agitada. –Me gustas. –Dijimos al mismo tiempo, no dudamos en reírnos de esta peculiar coincidencia.

Era el momento justo. –Bueno, ahora qué se que también te gusto, ¿Puedo ser tu novio? –Pregunte con una sonrisa de oreja a oreja. La valentía con la cual formule la pregunta me dejó sorprendido.

–¿En serio lo preguntas?, claro que puedes. –Juntaste tu frente con la mía. – Esa pregunta esta de más. –Y nos volvimos a besar.

.
.
.
.
.
.
.

Mi vista se dirigió a la entrada de la iglesia, las ganas de llorar llegaron a mi en cuanto te vi con ese hermoso traje crema con ligeros tonos verdes que combinaban con la decoración del lugar, el largo velo que cubría un poco tu cara y ese hermoso ramo de tulipanes blancos te daban un toque angelical y puro que recordaré con amor por siempre.

No sonaba la típica marcha nupcial, en su lugar, podías escuchar la melodía de "Golden Hour", notas delicadas que deleitaban el sentido auditivo.

Cuando llegaste frente a mi pensé que estaba soñando, no podía creer que una persona tan perfecta como tú había aceptado ser mi novio, y mejor aún, mi marido.

Comenzó la boda, todos escuchando de forma atenta las palabras del profeta, nuestros votos donde nos juramos amor eterno hicieron llorar a muchos, incluso Spreen, aunque sus lentes negros lo hacían pasar desapercibido por la mayoría. Mutuamente nos entregamos los anillos que llevaban nuestros nombres grabados, jurando estar juntos de todas las formas posibles hasta que la muerte nos separe. El típico beso que da el fin a la ceremonia fue aplaudido y celebrado por la gente presente gritando "¡Que vivan los novios!" Nosotros simplemente reímos enternecidos por aquella acción.

La fiesta llegó, el vals que presentamos les encantó, aplausos y gritos emocionados por todos lados. Las felicitaciones de nuestros amigos no tardaron en dar aparición, agradecimos con una sonrisa y el corazón bombeando de pura alegría.

Las horas pasaron, la mayoría se había retirado hacia sus hogares, otros dormían en el piso, ¿nosotros?, nos escapamos a la montaña, la misma que fue testigo de nuestras timidas miradas y la confesión que dio inicio a todo esto. La luna siendo la protagonista de esa bella noche, siendo acompañada por las brillantes estrellas que se reflejaban en tu mirada.

¿Cómo fue que de papel cambie? –Preguntaste divertido al drástico cambio de vida que acabábamos de tener.

Eras mi amigo y ahora eres mi marido. –Te respondí en el mismo tono juguetón, besando tu mejilla y acariciando tu suave cabello. –Eres perfectamente, exactamente, lo que yo siempre soñé.

El último beso de la noche, el cielo estrellado fue testigo de este amor que jamás se marchito y se mantuvo fuerte a pesar de los años de distancia.




Espero que les haya gustado esta historia inspirada en la canción "Perfecta" de Miranda.

Si encuentran algún error ortográfico me gustaría que me lo dijeran, para poder corregirlo y puedan disfrutarla de un mejor modo.

Muchas gracias por haberse pasado por aquí, ¡nos veremos en otra ocasión!

4leeejx

Perfecta || C!Robleis + C!CarreraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora