Neteyam, Ao'nung

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Narrador

-Bien, chico del bosque, antes que nada debes aprender a respirar.- dijo con su característica sonrisa.

-Bien, ceviche, no va a ser tan difícil respirar.- sonrió y se sento al lado de Ao'nung, estaba confiado ¿que tan difícil puede llegar a ser?

-Ese es el peor apodo que alguien me pudo haber puesto- dijo irritado mirando al jóven Omatikaya, éste solo le dijo "Entonces te pondré otro, cara de pez". luego de quejarse del apodo nuevamente, comenzaron, se puso atento a como respiraba -Imagina una llama ardiendo que se consume hasta apagarse... Muy lento...- esto último lo dijo muy cerca de él, sin respetar su espacio personas.

Esto a Neteyam le causó un escalofrío, de cierto modo se le hizo algo... Sexy el como lo dijo. El Metkayina notó como se había tensado por lo último, eso hizo que se burlara un poco de él.

-Aww, ¿nadie nunca te tocó, gato salvaje?- dijo burlesco el chico... Aunque él sabia perfectamente, que la única vez que lo tocaron, fue para medirle la temperatura ya que estaba enfermo.

-Cierra el hocico, Cara de pez- fruncio el ceño en señal de molestia, lo cual hizo que el corazón del pez se derritiera, era lo más tierno que habia visto en su jodida vida.

-Gatito enojado.- río este despacio, se le había hecho muy tierna la cara de concentración de éste.

-¿Vas a enseñarme o qué?- dijo molesto el otro jóven, ya estaba algo enojado por lo que había dicho el Metkayina, ¡Como tendría tiempo de hacer ese tipo de cosas estando en guerra!

-Bien, bien- el chico apoyo su mano en su estómago, lo cual hizo que el chico del bosque se tensara, pero esta vez no dijo nada. -tienes que relajar tus latidos, y respirar por aquí- este había subido la mano hacia su corazón y luego con un dedo bajo hasta su estómago. -¿Entendido?-

El otro estaba que se le salía el corazón, nadie lo había tocado así con tanta confíanza nunca. Esto hizo que sus latidos se acelerarán.

-tu corazón va muy rápido, ¿qué te acabo de decir?- fruncio el ceño, después de un rato de procesar la información, se dio cuenta que eso pasó por como lo estaba tocando, por lo cuál alejo su mano hasta que el otro se calmara.

-¿Puedo?- Preguntó el Metkayina, el otro suspiro y asintió levemente, así que volvió a poner su mano sobre su estómago.

El Omatikaya lo estaba consiguiendo, pero su orgullo no dejaría que le dijera al jóven que lo estaba haciendo perfecto.

-Nada mal, Chico del bosque.- el Omatikaya sonrió ante esto.

-Admitelo, lo estoy haciendo bien- sonrió con orgullo.

Eran un par de orgullosos, pero el ceviche era peor.

Entonces empezó una pequeña discusión, luego se pasó a los golpes, no con necesidad de lastimarse, era una pelea amistosa.

Luego de eso terminaron con algunos moretones, y el pescado solo se quejaba.

-¿Qué quieres? ¿Qué te de un besito?- dijo burlandose del ceviche.

El Metkayina miró detenidamente al otro. Ni el sabe que le pasó ¿le hubiera gustado? Miraba los labios del Omatikaya, no lo iba a negar, era algo realmente atractivo de él.

El Omatikaya lo miró y dijo "Quiero una explicación no tan gay" pero se volvió un poco incómodo asi qué se fue a buscar pomada.

El Metkayina se quedo replanteando su existencia, ¿por qué se sentía así? ¿Por qué queria saber como sabían sus labios? ¿Tanto quería besarlo?..

Él no entendía nada...

Te Veo... (Fem Oc X Kiri) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora