Final

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Los chicos bajaron del bus yendo hacia el cine que se encontraba en frente de ellos, por suerte habían llegado 15 minutos antes de que empiece la película. Ambos compraron sus boletos y palomitas con soda y fueron a la sala donde les correspondía, buscaron sus asientos y esperaron ahí hasta que empezará la película cosa que no fue de más de 5 minutos que las luces se apagaron, la película comenzó haciendo que los chicos centrarán su atención a la pantalla pero de vez en cuando se miraban con una sonrisa y también con algún roce de manos. El tiempo pasó y la película había acabado, las luces se encendieron haciendo entender que ya era hora de salir de aquella sala, cuando los chicos salieron toda la luz les dio en los ojos haciendo que quedaran ciegos por un rato.

La luz mató mis ojos!!! - dijo jaemin tratando de enfocar su vista -
Ni siquiera puedo ver!!! - mencionó el más pequeño dándole la razón a su humano -

Duraron 5 minutos tratando de que sus vistas fueran sanando.

Vamos por un helado? - preguntó el humano -
Vamos - respondió gustoso -

Caminaron a la heladería mientras hablaban de cosas triviales para no hacer un silencio incómodo, Renjun era el que estaba más nervioso porque quería darle la carta ya pero debía aguantar un poco, no quería echar a perder su plan. Llegaron a su destino y se sentaron a esperar hasta que un mesero fue a atenderlos.

Hola chicos, gustan ordenar? - dijo el mesero listo con su pequeña libreta -
Si, yo quiero un banana split por favor - ordenó jaemin -
Yo quisiera un helado de chocolate y fresa, por favor - ordenó igual Renjun -

El mesero tomó nota y se fue dejando solos a los chicos.

Qué te pareció la película? - preguntó jaemin mirando al pequeño ángel -
Estaba muy buena, me gustó demasiado, gracias por invitarme - respondió emocionado -
No hay de que agradecer, a mi también me gustó mucho - dijo con una sonrisa -
Aquí estan sus helados - el mesero dejó los helados y se retiró nuevamente -

Ambos empezaron a comer sus helados en silencio pero no era incómodo, era uno tranquilo y más con la música de fondo qué había en ese local. 20 minutos después pagaron su cuenta y salieron de la heladería yendo a su casa, Renjun ya no aguantaba más, llegaron a un parque y aprovecho el momento.

Jaemin - llamó al humano quien de inmediato se detuvo -
Pasa algo, pequeño? - se acercó un poco a su ángel para escucharlo mejor -
Quiero darte algo... - sacó de su mochila el bonito sobre decorado y se lo entrego - si quieres leerlo cuando llegues a tu casa, no importa -
Por qué leerlo en mi casa cuando puedo leerlo aquí con mi chico favorito? - dijo con una sonrisa agarrando la mano del más pequeño y se sentaron en una banca cercana -

Jaemin empezó a leer la carta en su mente, las palabras sinceras de su pequeño angelito le halagaban y lo hacían sentir especial. Renjun solo mantenía su cabeza agachada, no podía con la vergüenza de que su humano especial quisiera leer su carta ahí mismo, sintió un ligero apretón en su mano.

En serio eso es lo que sientes por mi? - preguntó con una enorme sonrisa y su mirada puesta sobre el más bajo -
S-si... - respondió con un asentimiento - esta bien si no sientes lo mismo, solo quería que lo supieras antes de que me arrepintiera...
Renjun... También siento lo mismo que tu escribiste - respondió tomando de la barbilla a su ángel para que lo mirara - también me gustas - sonrió -

Renjun se sonrojó al escuchar eso de su humano, jamás se había sentido así en su vida, solo sabía cómo era ese sentimiento porque su amigo cupido le contaba todo lo que sentiría si se enamorara. Jaemin fue acercando su rostro al pequeño hasta detenerse unos centímetros.

Me permites? - preguntó mirandolo a los ojos -
Claro - respondió gustoso ante la pregunta -

Ambos unieron sus labios en un beso sincero, donde se transmitían todo los sentimientos que tenían en ese momento sin saber que alguien los miraba desde muy lejos.

Gran ángel, me dejas aprovechar esta oportunidad? - mencionó un ser alto con enormes alas rosadas y un gran arco dorado y flechas del mismo con punta en forma de corazón -
Claro que puedes, cupido, ya cumplió con su objetivo - dijo el gran ángel mirando la hermosa escena - merecen vivir juntos y felices toda su vida - sonrió -

Cupido preparó su arco con dos flechas encantadas por él mismo, las posicionó en su arco y las lanzó hacia ellos siendo recibidas porque se alcanzó a ver un pequeño humo rosado, cupido supo de inmediato que estaban destinados a estar juntos y eso lo puso feliz.

Ambos chicos se separaron con una sonrisa y se quedaron dándose mimos en esa banca qué será recordada por ellos el resto de su vida.

Fin

I saw an angel - renmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora