VI

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Estoy mirando a una hermosa dama,
Hace más de seis malditas horas como si nada.

La veo moverse de aquí para allá,
La veo mover sus caderas como si siguieran un compás.

Déjame entrar a tu corazón hermoso ser,
Déjame ser yo quien te muestre lo que la muerte puede hacer.

Siento tanta satisfacción al saber,
que al final del día, tendré a una hermosa mujer más,
tendida a mis pies


Dentro de la mente de un psicópata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora