Hogwarts: Un mundo mágico

Capitulo 1

El despertar de madrugada para empezar un día de productividad, el niño se levantó de su cama estando en un espacio bastante reducido, aún que acogedor. Una estantería con una cantidad absurdas de libros y todos del mismo tema, rápidamente el niño salió de su habitación empezando a caminar hacia el tocador, el cepillar sus dientes para tener una buena higiene se volvió un hábito, la pasta de dientes con sabor a menta dejo un regusto a hierbabuena al terminar de enjuagar.

Cambio su pijama llena de varitas mágicas, su ropa ahora era un conjunto de trabajo, unos pantalones cafés con uno que otro parche de cuero, una camisa de botones de lana color beige, encima de todo un delantal de cuero oscuro con evidentes señas del tiempo, rápidamente bajo las escaleras de mano llegando al piso de abajo. Esa habitación estaba llena de cajas pequeñas con distintas señalizaciones, ignoró el lugar lleno de caos y terminó por llegar al taller del fondo, este solo era un espacio reducido de 3x2 metros, en el suelo una pequeña trampilla que estaba abierta dejando ver un gran espacio en su interior.

Ignorando las leyes de la física y que el espacio que se muestra en el exterior es distinto al interior, es un lugar bastante completo. Los barriles de madera llenos de aceite, las grandes estanterías con muchas maderas divididas en sus tipos, una cantidad de cuchillería de alta calidad con distintos tipos de filos y formas, por último, una caja de metal cerrada con varios cerrojos.

En la esquina del lugar una mesa y una silla de trabajo, en la mesa descansaba una gran lupa y una lámpara de aceite, la luz tenue apenas dejaba ver todo el taller/almacén. Un viejo de cabello escaso y blanco reposaba en una silla mientras acariciaba una varita con sus manos, parecía sentir algo y de vez en cuando fruncía el seño, otras veces asentía en silencio.

El niño no molesto y mantuvo silencio absoluto hasta que el anciano abrió sus párpados, ojos tan vigorosos y un bello color plateado se mostró en la oscuridad, sus ojos se llenaron de ternura y una sonrisa apareció en su rostro. El niño avanzo hacia él y cuando estaba por hablar fue abrazado por el anciano, el niño devolvió el afecto y tras unos segundos se soltaron viéndose ambos con sus ojos plateados

???:Que tal dormiste hijo?

La voz del anciano era suave, aún que había algo que lo hacía sonar hipnotizante, el niño simplemente hizo un leve gesto para que el anciano asintiera. Luego entrego la varita que había estado acariciando y el niño procedió a tomarla. Coloco un pañuelo de seda en la mesa para luego dejar en esta la varita, la suavidad con la cual hizo esta acción, logro que el anciano mostrará una sonrisa aún más grande

¿¿¿:Abuelo... Que opinas de mi varita?

La voz suave del niño y ell parecido en los ojos ya había demostrado una unión, parte de la misma familia y un lazo de sangre compartido. El anciano llevo sus manos a su mentón para luego hablar con un tono más decidido

???:Madera de manzano, con una flexibilidad bastante rígida... un largo de 30 cm, bastante suave al tacto y con un leve relieve. Está varita no es perfecta, aún que ninguna lo es... Las cualidades de esta madera son muy especiales, buscan a un dueño con grandes sueños y es bastante quisquillosa con la magia oscura. Que núcleo planeas integrar en su interior?

¿¿¿:El pelo de un unicornio puede llegar a formar un vínculo con la madera, este mismo tiene resistencia a la magia oscura hasta el punto de provocar su muerte. Un núcleo de un ser puro y una madera destinada a mago con ideales. Quizá tenga errores por el centro de runas así que su tiempo de vida no debe ser mucho.

El anciano asintió mientras suavemente tocaba la varita, luego de un movimiento de su mano la caja de metal se abrió. Los tarros que no parecían tener un fin, llenos de cabellos de colores plateados y unos pocos dorados, ligamentos o fragmentos de un animal, plumas de un color rojo brillante ocupando la menor parte. Siendo esos tres los más notorios, lo demás era mucho más discreto y en menores cantidades