3. Gotham

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Edward soltó un gran suspiro cuando por fin el avión aterrizó, estaba vivo y se sentía tonto por el escándalo que armó. Pensó en el beso, aún no lo procesaba, fue breve pero le había gustado, ¿estaba mal? ¿Y qué sentía Bruce? ¿Fue una broma?

Apagó con un extintor la idea de que su relación de amistad se convirtiera en algo más, aún así el interés no cesó y Bruce lo había intensificado.

Bajaron del avión, Edward festejó, no había muerto, estaba sano. Bruce se rió y juntos fueron a buscar sus maletas.

El aeropuerto era normal, se esperaba algo tétrico por ser Gotham. se dio cuenta de que la gente observaba a Bruce.

-¿No te molesta?

-¿El que?

-Que te miren tanto.

-Ah eso, no. Mí familia siempre ha estado en la mira, mis padres son multimillonarios y figuras públicas. Me crié así -contó Bruce.

Una vez que se hicieron con sus equipajes, se subieron a un taxi y Bruce indicó que los llevará a la mansión Wayne.

Edward se encogió en su asiento, ahora ya no sentía tantas ganas de pretender ser el novio de Bruce.

La mansión era enorme, antigua pero elegante e imponente.

Cuando entraron los recibió un mayordomo de cabello y barba grisáceos, ¿era Alfred?

Bruce le había contado sobre Pennyworth, era prácticamente de la familia y lo reafirmó cuando Bruce corrió a abrazar al hombre.

-¡Alfred! -clamó.

-Amo Bruce, Joven Edward, bienvenidos -dijo Alfred con una sonrisa.

Nashton agradeció.

-Martha los está esperando.

Lo siguieron a una increíble sala, sentada estaba una mujer de cabello castaño y ojos verdes. Martha, que se levantó con gracia y caminó para reencontrarse con su hijo.

-Te extrañe mucho -sollozó mientras envolvía a Bruce en sus brazos.

-Y yo, mamá. -La abrazó fuerte.

-Edward -Martha le llamó la atención.

-¿Si?

-¿Por qué no te unes al abrazo?

Edward creyó que sería incómodo, pero cuando los rodeó con sus brazos fue abrumado de una cálida sensación en el pecho.

Se sentaron, Alfred les sirvió té.

-Estaba tan ansiosa, Bruce, ¿Cómo te fue en la universidad? Me hablaste muy poco -preguntó Martha.

-Perdón mamá, estuve muy ocupado, pero gracias a eso me fue excelente -dijo Bruce.

-Lo sabía y te entiendo, pero no te perdono que no me hayas contado sobre ustedes -la mujer se cruzó de brazos.

-Aún no lo habíamos formalizado.

-Si, estábamos conociéndonos -comentó Edward.

-¿Y cómo se conocieron? Cuéntame.

-Fue por un pastel de calabaza, ambos lo queríamos y solo quedaba una porción -dijo Wayne.

-Y lo compartimos, pero no estaba bueno -rió Nashton.

-Por eso fuimos a comer a otro lado y... cada momento que estaba cerca de Edward... era perfecto.

Las palabras de Bruce calaron profundo en su ser, no parecían falsas.

-Eso es tan de película

-Bruce es un increíble amigo...y como pareja más todavía. Además es precioso, ¿lo has visto? -mencionó Edward y se sorprendió por su atrevimiento.

fake boyfriends » riddlebat +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora