Señora

7

Después de lo ocurrido en la casa Uchiha, Sasuke, Naruto y Hinata siguieron intentando acercarse a los adolescentes pero estos simplemente los mandaron al carajo.

Zabuza se encargo de enviarles copias de todos los archivos a los tres para dejarles claro que no podían hacer nada.. Así que desistieron, tan fácil como llegaron se fueron. Destruidos, humillados y avergonzados, se fueron como unas ratas cobardes tal y como llegaron.

Tal vez solo querían una cosa. Dinero, Sarada al ser hija de Sakura en algún momento va a heredar la cadena de restaurantes y al paso que va la compañía está en la cima. La Haruno y la Yamanaka tienen todo sumamente controlado y ninguno de sus hijos va a tener que preocuparse por problemas financieros jamás. A su vez, Boruto va a conseguir el liderazgo en la agencia de publicidad de la familia y tendrá gran cantidad de clientes adinerados. Mientras Naruto, Hinata y Sasuke no tienen nada..

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La relación entre Sakura y sus jóvenes amantes va de maravilla, ellos están más que gustosos de obedecerla en todo y satisfacerla. Claro que a veces quedan bastante cansados y eso les hace difícil seguirle el ritmo a la fémina aunque la Haruno es muy comprensiva y siempre los está consintiendo.

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*****CASA HARUNO*****

La oji-jade sonrío encantada al notar los nervios en el pobre muchacho a quien le está cubriendo los ojos con una venda oscura.

-¿Señora Haruno?- oír su voz temblorosa la hizo excitarse por anticipado. -¿Que ocurre?-

-¿Tienes miedo?- la mayor luce más que divertida con las expresiones que hace su invitado a quien está guiando por un pasillo hasta su habitación.

-Bu.. bueno.. yo- Murmuro en voz baja mordiendo su labio inferior. -En realidad estoy ansioso- comento soltando un suspiro, estar cerca de la mujer de hebras rosas lo pone muy susceptible y hot.

-Eso creí- la de ojos jades no dijo nada más solo lo llevo hasta la cama en donde lo sentó con cuidado, con total lentitud se acerco a la boca del chico para delinearle los labios con su lengua. Haciéndolo exaltar.

-¿Que está haciendo?, Si esto es una broma es muy mala- murmuro temeroso de que la mujer lo este poniendo a prueba. Sakura soltó una risita por lo bajo, se colocó frente a él justo entre sus piernas antes de tomarle las manos y llevarlas hasta sus senos para que los toqué.

—Supe que ayer fue tu cumpleaños. Kawaki-chan— el nombrado trago grueso al escucharla y al sentir como sus manos están sobre algo bastante grande y esponjoso. -¿No quieres que te de mí regalo?- el de cabellos bicolores asintió casi al instante mordiéndose el labio.

-Si, si quiero. Por favor- murmuro desesperado, la mujer sonrió encantada, había soportado por mucho tiempo las insinuaciones del muchacho y cada vez que lo rechazaba este se deprimía y eso la hacía sentir culpable.

-Sabes que tengo puesto.. El vestido floreado que tanto te gusta, ese que hace ver mí trasero mucho más grande- el joven se removió en la cama ansioso y casi desesperado.

-¿Que está esperando para darme mí regalo?- pregunto serio, la fémina sonrió encantada antes de agacharse y tomarlo del mentón. Finalmente lo beso, cuando sus labios se tocaron por primera vez las hormonas del pobre Kawaki se dispararon por completo casi al instante le correspondió con efusividad. Ambas lenguas parecen estar en una lucha por el dominio, las manos del chico se dirigieron a la cintura de la pelirrosada atrayendola más contra su cuerpo.  

Si está soñando no quiere despertar.

-No te quites la venda. Aún no lo hagas- el joven asintió embobado por la sensual voz de la Haruno, las manos de la mayor le comenzaron a desprender la camisa dejando a la vista su trabajado torso. Con total descaro Sakura deslizó su lengua desde el cuello hasta el abdomen del muchacho dejando un rastro de saliva, la respiración de Kawaki es errática en sus pantalones se puede observar una notoria erección.