Los rayos del sol comenzaron a filtrarse por la ventana de mi habitación, eran molestos así que escogí taparme con la sábana de pies a cabeza.
Era sábado, ¿quién se despierta a las cinco de la mañana en un sábado?
Me hubiera gustado poder seguir durmiendo hasta que mi teléfono empezó a vibrar muchas veces, haciendo imposible el hecho de querer ignorarlo.
Antes de empezar a responder los mensajes, me dediqué a revisar un poco mis redes sociales, el día de ayer durante mi cita con Oliver había tomado una foto del lugar y me pareció buena idea subirla.
Entre a la app de mensajería para revisar los mensajes que tenía, dos eran de John, uno de Leila y otros tres que eran de un número desconocido.
Johnelidiota
No sabía que la gente podía tardar hasta cuarenta y cinco minutos en el baño.
El partido ya acabó, ¿dónde estás?
Yo
Lo siento
Surgió algo y me tuve que ir
No tardó más de diez segundos para que el estado de John cambiará a en línea.
Johnelidiota
A la próxima avisa, ¿quieres?
Yo
Bien, okey, lo siento mucho.
Después de lo que pasó entre Jake y yo en el aula de música, los dos salimos de la escuela, ya ni siquiera volvimos a ir hacia la cancha o algún otro lado. Nos despedimos y cada quien tomó su rumbo, yo volví a mi casa y en cuanto toqué mi cama caí completamente dormido.
Salí de la conversación que mantenía con John para ir al mensaje de Leila
Leilaesunamor
Cuando te vea, voy a ahorcarte
Por habernos dejado solos sin siquiera decirnos a dónde ibas.
Por motivos como estos, agradece tener el visto desactivado.
Estaba a punto de apagar mi teléfono cuando volvió a aparecer aquel mensaje del número desconocido, abrí el chat para ver que decía.
Desconocido
Hola, soy yo.
Que idiota suena eso.
Soy Jake.
Rápidamente me sorprendí, mi corazón empezó a latir intensamente como loco, con las manos un poco temblorosas me dirigí a la libreta de contactos para poder registrarlo.
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;; Can I Sing For You? (Can I? #1)
Teen FictionRylee, un joven apasionado por la música, se encuentra envuelto en un misterio musical que ha cautivado su atención durante mucho tiempo. Cada día escucha melodías mágicas y cautivadoras que fluyen desde el salón de música de su escuela, pero nunca...