Me escondí al niño al fondo del pecho.
Me senté frio, a ver la montaña.
Busque sus ojos en las estrellas, después comencé a jugar con ellas.
El niño ahora llora, mas tarde... no sé.
Más tarde un niño ya no es infante, aunque en la infantería se encuentre.
Más tarde, el llanto de una madre... puede ser de la suya o la de su hermano.
Yo si disparé.
Nadie me obligó.
Nunca tembló mi mano.
Hoy una hoja seca, me recuerda miles que vi ayer.
Y aunque no sean las mismas caras, el niño aun se escucha en mi pecho.
Y aunque el niño este escondido... ya el daño está hecho.
Si no lloras, el niño lo hará.
Si no perdonas, jamás morirás.
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Colores
RandomPoseemos cinco sentidos, cinco receptores de energía que funcionan para darnos una perspectiva del mundo en tiempo real, reciben instrucciones, estímulos físicos, transmutan el entorno a compuestos químicos interpretables. Nos brindan una gama de em...