Ojalá el fuera mi novio, lo amaría hasta el final y estaríamos juntos todo el tiempo, nos sentaríamos y veríamos salir el sol, para después mirarnos a los ojos y decirnos te amo...pero él solo es un amigo.
¿Me preguntó si el sabe que lo quiero?
Rusi...
Desde que cumplió 18 años decidió que quería hacer su vida por su cuenta, no quería seguir viviendo bajo las órdenes de su padre y no soportaba escucharlo todos los días.
El quería ganarse la vida a su modo, y vió la oportunidad en cuánto su beca fue aceptada, tomó sus cosas y salió de su casa en cuánto pudo.
La beca podría cubrir su colegiatura y le sobraba aún, así que decidió que el resto del dinero sería para pagar rentado algún departamento que estuviera cerca de la universidad y así no quedarse con su padre. El problema era que solamente alcanzaría para pagar la renta, no sobraría para comida o si necesitaba algo extra.
Su primera opción era buscar un trabajo de medio tiempo, y lo encontró en un bar como bartender, terminaba sus clases a las 8 y trabajaba tres días a la semana rolando turnos, algo que se amoldaba perfectamente a su horario con algunas excepciones. Pero aún asi los gastos eran pesados para él solo y sumándole las tareas que dejaban sentía que no tenía tiempo ni para respirar.
Necesitaría de alguien más para que pudieran dividir los gastos y no fuera tan pesado, pues pedirle dinero a su papá obviamente no estaba en sus planes.
Por lo que se dió a la tarea de conseguir un roomie.
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El frío de la noche era demasiado debido a que aún había rastros de que iba a llover. En la ciudad de Leeds, Inglaterra, el otoño apenas empezaba a hacer aparición, aún era verano por lo tanto el sol era abrasador por los días, pero por el cambio de estación que iniciaba por las noches helaba.
Un llamativo restaurante apagaba sus luces anunciando que había cerrado, su letrero neón con la palabra "open" dejo de brillar al igual que el interior del lugar. Un omega cerraba la puerta trasera mientras guardaba las llaves del candado en su mochila, sus cabellos eran ocultos bajo un gorro negro, llevaba un suéter gris y una bufanda blanca, siendo así que lo cubría del frío de la noche.
Bostezó cansado luego de un arduo día de trabajo en el restaurante, lo único que quería era llegar a casa, darse un buen baño y luego tirarse a dormir, ansiaba ya sentir el calor de las sábanas.
Luego de una larga espera por el autobús y una caminata de 15 minutos llegó a su apartamento, el elevador subía y terminó su camino en el piso 8, camino hasta el final del pasillo y sacó sus llaves para abrir la puerta. En cuánto abrió la calidez de su hogar lo envolvió junto al suave aroma de quiénes vivían ahí.
Se quito su gorro y bufanda colgandolas en el perchero, y, respetando las costumbres de su roomie, se quito los zapatos para usar sus sandalias. El lugar no era muy grande, constaba de dos habitaciones, una pequeña cocina, y una amplia sala que podía dividirse entre la sala de estar y el comedor, además de un baño, las paredes estaban pintadas de blanco con pequeños detalles azules y grises y los muebles del mismo color.
-¡Rus llegue!- gritó de primer instancia al no ver al alfa, pero al mirar al comedor logró verlo ahí sentado con su atención en sus libros.
- [Привет] - murmuró por lo bajo sin dejar de mirar sus libros, pues estaba terminando su tarea y quería acabar cuánto antes.
