Gwendoline.
Recuerdo estar algo enfadada, había sacado una mala calificación en uno de mis exámenes y estaba muy frustrada, no sabia como se lo tomarían mis padres pues son algo estrictos con mi educación, todo iba normal hasta que decidí fugarme del colegio para así saltarme las ultimas clases e ir a mi plaza favorita para meditar. No había pasado mucho que estaba a tan solo unas cuadras de mi destino que fue cuando paso, mire hacia adelante y pude observar como allí en el medio de la calle se encontraba un pequeño niño de no mas de cinco años, y al ver hacia mi izquierda un auto a toda velocidad se acercaba, no lo pensé demasiado y al ver como el pequeño no se daba cuenta de lo que estaba sucediendo decidí correr, empuje al pequeño logrando salvar su vida, algo que no logre conmigo misma.
Y ahora me encuentro en un lugar muy oscuro, apretado y la verdad yo me encuentro inquieta es por eso que eh comenzado a moverme sin importarme nada, solo quiero salir de aquí, ver que hay luego de esta oscuridad y poder tener el llamado descanso eterno del que todos hablan.
Seguí forcejeando hasta que vi como un pequeño orificio se abría entre tanta oscuridad, cada vez era mas grande hasta el punto que creí haber logrado mi cometido, claro hasta que sentí como si algo o alguien tomaba mi cabeza comenzando a sacar todo mi cuerpo de aquella densa oscuridad que hace unos minutos me rodeaba.
Comencé a escuchar cosas, parecían ser voces, cada vez mas cercanas, hasta que logre distinguir un llanto, pero lo mas sorpresivo es que parecía venir de mi, yo estaba llorando, y no lo comprendía, trataba de expresarme, pedir ayuda, pero lo único que salia de mi era ese llanto incontrolable.
Sentía todo, alguien estaba envolviéndome, luego me dejaron sobre algo muy cómodo que reconocí como una persona, era una mujer, no podría describir mucho pues mi vista era sumamente borrosa, solo se que esta comenzaba a arrullarme entre sus brazos mientras lloraba junto a mi, también logre reconocer otra silueta, esta era mas robusta así que decidí creer que era de un hombre, todo era sumamente extraño, que estaba sucediendo, pero de la nada mi llanto fue callado pues la mujer que me sostenía había decidido que mi llanto era una pedida de alimento así que decidió por amamantarme sin saber la gran vergüenza e incomodidad que me causo, pero luego de unos momentos decidí hacerlo, no sabia en que momento pero había comenzado a sentir la falta de alimentos, así que muy en contra de mis principios decidí alimentarme de la que creo, ahora es mi madre.
(...)
Había pasado un tiempo y estaba abrumada. La vida de un bebe es mas difícil de lo que parece, no solo tienes un mini cuerpo que no sabe hacer nada mas que sus necesidades, necesitas si o si que alguien te alimente, sin tener variantes mas que la leche y algunas papillas, no puedes expresarte mas que llorando rezando por que alguien sepa que necesitas, debes aguantar que cualquier persona te toma entre sus brazos y hable como si no comprendieras, y tu mini cuerpo siempre tiene sueño.
El tiempo pasaba rápido para mi, ahora podía ver y distinguir las cosas mejor, también escuchaba con claridad y mis papilas gustativas funcionaban mejor.
Mi madre era una hermosa mujer de piel morena clara, ojos chocolate y cabello oscuro, su nombre era Sarah y era la mujer mas atenta que jamas había conocido, mi padre un hombre de piel rojiza y cabello largo llamado Billy me recordaba mucho a alguien pero aun no lo sabia, también tenia dos hermanas mayores, las mellizas Rebecca y Rachel, ambas eran niñas morenas de cabello largo y oscuro, muy tranquilas y adorables, mas aparte de que mamá estaba esperando a mi próximo hermanito, pues si, esta vez seria un niño al que querían llamar Jacob, algo que me pareció raro pero lo deje pasar.
Luego de un tiempo había logrado asimilar lo que me sucedió, había muerto luego de salvar a aquel pequeño y pues como talvez aun no era mi turno de morir, quien sabe quien o que decidió revivirme, claro que en otro cuerpo y con una nueva familia, en un lugar muy alejado y frio, otra coincidencia que me resultaba algo extraña.
(...)
Ya habían pasado los meses y había cumplido un año y medio, al parecer estaba en el año 1990 y en el momento menos esperado, mi hermano menor nació cumpliendo la idea de mi madre de ser llamado Jacob, pero lo que acabo de confirmar mis sospechas fue cuando el mejor amigo de mi padre llego a casa llevando consigo a una niña un poco mayor que yo llamada Isabella Swan.
Asique si, había confirmado mi teoría, renací en el universo de crepúsculo como Gwendoline Black.
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Black | Twilight
FanfictionUna muerte inesperada, fuera de su hora, e injusta lleva a la joven Gwendoline Smith a otro universo, donde podrá vivir de nuevo la vida que le fue arrebatada, claro que con muchas diferencias y algunos cambios, pues ella renació en una de sus sagas...