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Se muy bien que la guerra no siempre existió y que por unos breves años de mi vida no formó parte de mis preocupaciones, pero lo cierto es que tras llevar más de media década atormentándonos, perder y olvidarnos de todo esto parecía el mejor futuro, claro que no contábamos con la ocupación de nuestro territorio.

Hace 10 años la guerra entre Países Altos y el nuestro comenzó. Lo que al principio era una pequeña riña por los principales productos de exportación se convirtió rápidamente en un conflicto para ver quién tenía más poder y posteriormente en nuestra derrota.

Países Altos se tomó la libertad de desplegar miles de soldados por las calles de Totes y desde entonces no recuerdo un día de los últimos 4 años que no aparezca un hombre uniformado en mis pesadillas.

En la capital las cosas eran difíciles al principio, recibíamos castigos de parte de los soldados sin razón alguna, solo bastaba un simple suspiro o una mirada para ser molido a golpes. Con el tiempo, la creación de la ley 28.930 los soldados debieron limitarse a castigar únicamente a las personas que cometieran un delito real.

Aunque es cuestionable que consideran ellos un delito real y la ley se cumple solo de manera parcial con algunos soldados.

De cualquier manera las cosas han mejorado, se nos permite la entrada a instituciones educativas y hasta el acceso a ciertas universidades, también la disminuido la escasez de trabajo y la pobreza que dejó la guerra ha quedado lentamente atrás.

Diría que ahora podemos vivir una vida más o menos buena, es extraño pensar en ese pasado cercano del que tanto hablan los adultos en dónde su mayor miedo eran las nuevas tecnologías.

La clase de historia es regida por un profesor de Países Altos, autorizado por los mismos para contar una versión de la historia proporcionada por ellos y seguramente distorsionada.

Hoy en día es extraño ver a un docente procedente de Totes dar una clase fuera de matemáticas o artes visuales, los altos ejecutivos tienen miedo que puedan incitar a una revolución por nuestra parte.

Los grupos de rebeldes. Comenzaron como jóvenes que se oponían a luchar por nuestro país, alegando tener sueños y ganas de estudiar. Luego siguieron como manifestantes que salían a las calles a pedir respeto por nuestro país. En estos días solo quedaban unos pocos, los encargados de pintar paredes, monumentos y tender ciertas emboscadas a los soldados. Son grupos ultra secretos con los que no es bueno asociarse, un solo pensamiento rebelde puede llevar a una semana de cárcel, formar parte de los rebeldes corresponde a una ejecución inmediata.

Nuestro profesor nos explica una vez más la historia de Totes en honor al primer centenario de su creación.

Miró a mis compañeros, nadie presta realmente atención a las palabras del señor Arthur, todos sabemos de memoria la historia de aquel pequeño país sin mucho que ofrecer que de un día para el otro descubrió una gran cantidad de oro en sus minas.

Todos estamos algo nerviosos y puedo reconocer muchos tics en mis amigos. Mordisquean sus lápices, repiquetean sus dedos o mueven sus rodillas sin parar. Debo admitir que formó parte del segundo grupo, pese a mi cara de aburrimiento mi mente está en el extraño suceso que ocurrirá está tarde.

"Todos los vecinos son convocados de manera obligatoria a la plaza n° 12 de nuestra ciudad a las 16 hs el día 15 de octubre para presenciar el tradicional acto anual en honor al pueblo de Totes.
Deberán presentarse correctamente vestidos de manera formal y en el caso de los estudiantes con su habitual uniforme en condiciones impecables.
Si por alguna razón no puede presentarse a este día por diferentes inconvenientes les pedimos amablemente que presenten su situación al consejo municipal para que sea evaluada.
La inasistencia no informada con anterioridad será motivo de una multa y/o un castigo".

Entre sombras y secretos (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora