Érase una vez una niña, una chica, una mujer. Depende de a quién le preguntes.
Tenía un superpoder, ser invisible. Que nadie la viese. Pero no solo eso, sino invisible de verdad.
Tenía el superpoder de que nadie viese sus sentimientos, sus emociones, sus miedos.
Sus pesadillas, sus traumas, sus demonios.
Sus sueños frustrados, sus temores a decepcionar a personas que no la ven.Nació con ese superpoder, o quizás le ayudaron sus padres y su entorno a desarrollarlo.
Quizás la perfeccionó en el instituto.¿Y si te dijese que su superpoder, era su maldición?
Porque no podía controlarlo.
No podía desactivarlo.
Era una capa enorme de un material irrompible a su alrededor.
Una caja quizás, del material mas pesado que existe.
Una jaula. Una celda.
Sin salida.
Sin entrada.La niña, chica, mujer, fue con profesionales en superpoderes y maldiciones, a su centro con otros malditos con dones.
Buscaban la forma de encontrar una salida, romper la cúpula, pintar una puertecita.
Pero hubo un contratiempo, y es que la niña, chica, mujer, no estaba preparada para lo que esperaba en el exterior.
No estaba hecho para ella.
Le hacía daño.¿Alguna vez has leído un cuento sin final?
¿Sin un cierre?
Bueno.
Ahora si.
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Pensamientos de mi lado oscuro
No FicciónUna especie de diario personal, aunque no lo escribo a diario ni es personal porque lo puede leer cualquiera. Notas, pensamientos intrusivos, diferentes cosas que haya leído en alguna parte y me haya sentido identificada.