Capítulo 8

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N/A:
Este es el último capítulo de la historia.
La verdad no creí terminarlo tan rápido ya que tengo un resfriado espantoso que no se lo deseo a nadie.

Adaptación sin fines de lucro.
El anime Inuyasha y sus personajes le pertenecen a Rumiko Takahashi. Yo solo los tomé prestados para adaptar esta historia.
Historia original de Leslie Kelly.
Créditos de las imágenes a sus respectivos autores.
Por y para fans.

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Capítulo 8

Kagome estaba soñando de nuevo. Tenía que estarlo. Porque de ninguna manera el hombre del que ella sentía que podía enamorarse, le había contado la loca historia que aún sonaba en sus oídos. De ninguna manera. No tiene sentido.


"Es el té", espetó Kagome, "me drogaste. Todo esto ha sido una alucinación". Mordiéndose el labio lo miró por sus pestañas entreabiertas. "Pero el sexo fue real, ¿no?"


Él sonrió mientras terminada de cortar las sandalias de cuero de gran tamaño que había encontrado para ella. Después de que él le había dicho toda esa mierda, se había puesto a trabajar en los "zapatos", diciéndole que necesitaba tiempo para "absorberlo" todo.


Ella podría tener toallas de papel en lugar de piel y aún así nunca absorbería esas tonterías.


"Todo lo que he dicho es cierto".


"Tonterías. No creo en los cuentos de hadas".


"No son cuentos de hadas aquí. Son historia. Te lo demostraría si no tuviéramos poco tiempo".


Más mierda. Esta historia sobre la existencia de otro mundo junto al de ellos... pura invención. Ella no creía en las fantasías. O en las locas historias sobre universos alternos donde la ficción realmente sucedió y las creaturas místicas realmente vivieron. Ella no creía una sola parte de eso.


"Yo tampoco lo creía al principio. Mi madre me dijo en su lecho de muerte que había tropezado aquí, y pensé que había perdido la cabeza. Hasta que vine y vi la verdad por mí mismo".


Kagome sonrió y puso los ojos en blanco.


Sesshomaru continúo, sin inmutarse, su voz nunca vaciló a pesar de las locas palabras que salían de su boca. "No creo que me lo hubiera dicho si no hubiera estado llamando el nombre de Kouga. Le pregunté quién era y me contó toda la historia". Miró hacia abajo para trabajar en el segundo zapato. "Estaba enamorada del padre de Kouga, pero nunca fue feliz aquí. Quería volver a su otra vida, quería que él viniera con ella. Pero él odiaba tanto allá como ella odiaba aquí y se negó a volver con ella".


Atraída por la historia, como lo estaría cualquier verdadero narrador, no pudo evitar preguntar, "¿Y Kouga?"


"Su hijo. Ella lo dejó atrás".


Kagome resopló audiblemente. "Vi está trama en una telenovela".


Ignorándola, él agregó. "Ella sabía que no podía alejarlo de los de su propia especie".

¡Oh Cielos! ¡Pero que Grande lo Tienes!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora