Sex and cigarettes | Gayeon

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— No pares.

Suplicaba el mayor, el cual estaba boca arriba, sobre el cuerpo de Jooyeon mientras esté se movía cada vez más rápido mientras al mismo tiempo tomaba la masculinidad del chico, a la cual comenzó a darle placer lenta y sutilmente. Entrando y saliendo, las piernas de Jiseok estaban abiertas completamente y apoyadas sobre las del menor, quien las alzaba para poder moverse mejor.

La habitación estaba llena de suspiros que salían de ambos, Jiseok fue a casa de Jooyeon en cuanto salió de la escuela, tenía toda una mañana con la mente llena de pensamientos sobre Lee, era su adicción.

El sudor y los golpes que ambos cuerpos daban cuando se juntaban se hacía escuchar entre la tenue y leve luz de esa habitación, algo desordenada pero no incómoda.

Quién diría que el chico que no salía de casa por estar estudiando, terminaría enredado en las mismas telas que el muchacho que solo veía cuando salía a fumar, con esas leves ojeras en medio de piel pálida, ni siquiera el sol tocaba su rostro.

— Estoy por terminar.

Acción que lo hizo ir más rápido aún. Arriba, abajo, saliendo y entrando por completo, sin cuidado pero tampoco lastimandolo. El mayor, dejando salir soniditos ahogados y cerrando los ojos.

Cuando por fin paso, Kwak termino con un espasmo leve, meneando un poco su cadera haciendo que Jooyeon entrara un poco más. Este último mencionado, paso sus manos por el cuerpo ajeno, el cual estaba aún sobre el, su piel era suave. Comenzó a besar su hombro, con pequeños toques de sus labios y continúo hasta subir a su cuello a lo que después de un momento, el mayor volteó su cabeza, encontrándose a los ojos de este y dejando un beso cálido en su mejilla, la cual estaba fría.

— ¿Satisfecho?
Pregunto Lee. Con una mirada que no solía tener, era cálida.

— Hm, contando que en una hora me corrí cuatro veces, si, estoy satisfecho. Aunque... no me molestaría hacerlo de nuevo pronto.

Dijo coqueteando un poco, mientras bajaba del cuerpo del chico con el que estaba.
Se acomodo a su lado, ambos mirando el techo, en silencio.

— Hmm, ¿volverás a venir mañana?

Lee se revolvió sobre el colchón mientras poso la mirada que tenía puesta en el techo hacia Jiseok.

— ¿Podría?...¿Hmm?

Ahora Jiseok, quien estaba recostado sobre el hombro de el menor giro de lado su cabeza para mirarlo a los ojos con una sonrisa pequeña.

— Sabes que puedes venir cuando quieras.

— Ah, solo jugaba, ¿por qué eres tan aburrido?

— ¿Aburrido? no dijiste eso cuando estaba sobre ti.

Su expresión se volvió sería, mientras que Jiseok lo miraba atento, sin ninguna mala intención.

— Es muy tarde, se supone que ya debería estar en casa.

Dijo el mayor, rompiendo el silencio que se apego a ellos dos después de unos segundos de esa leve "discusión".
Quito la saba blanca que envolvía su cuerpo, sentandose primero, en la orilla de la cama para después pararse. Lee se giró para mirar atentamente cada movimiento que hacía su contrario, quien comenzó a vestirse poco a poco con su ropa, la cual estaba en el piso.

— ¿No vas a vestirte?...

— ¿Para?

—... eres un idiota, Lee Jooyeon.

El menor no entendía que paso, ya que el rubio dió un portazo y salió rápido. Por otra parte, Jiseok esperaba que Jooyeon lo acompañará hasta la puerta de salida, incluso estaba lloviendo, quería un poco de amabilidad con eso. Al final no podía pedir mucho, ni siquiera lo conocía.

Camino con esas piernas que terminaron temblorosas, aún tambaleando un poco cuando caminaba, hasta su casa, a la cual para llegar bastaba con solo dar unos pasos derechos y cruzar la calle.
Debió llegar a casa hace un poco más de una hora, pero sus padres no lo llamaron nunca.

Tomando sus llaves de la mochila, las introdujo en la cerradura. Abriendo la puerta se adentró, una vez cerrada fue directamente con su familia, la cual estaba toda en la sala de estar.

— Perdón por tardar, mami, la lluvia era muy fuerte.

Dejando su mochila a un lado y con una sonrisa, fue directo a la cocina, tomar su plato y comer junto a su familia.

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Cortito pero de sorpresita :].