Juramento Bajo la Nieve

Capitulo 1: Shirou

La Doncella más pura del Cielo, Gabriel, la Ángel más bella de todas se encontraba buscando una forma de escapar de este asunto que a sus palabras es peor que una guerra, el trabajo como Ángel, tener que ver los problemas causados por los ancianos de la Iglesia aún más detallado de lo que le informa su amigo, Shirou, le causaba malestar estomacal con solo ver como sus acciones hace que más miembros de la Iglesia deserten de ella.

"Señorita Gabriel", Una nueva voz se escuchó al otro lado de la puerta, la mencionada hablo con una pasa adelante, la puerta se abrió para dejar ver a una mujer que vestía un traje de monja completo, ocultando totalmente su color de cabello, aunque esta mostraba su esbelta figura, lo único que podría decirse sobre su apariencia son la Q que está en su mano derecho y el color de sus ojos, un azul profundo su edad rondaba entre los 20 a 30 años.

"¿Sucede algo importante, Griselda?", La mencionada dio un paso adelante e hizo una reverencia ante su señora, esta hablo claramente sobre algunos asuntos relacionados con las armas que son consideradas las más poderosas dentro de la Iglesia.

"Eso es casi todo, solamente queda la petición del Señor Michael...", Gabriel hizo una señal para que continuará hablando, conoce a su hermano será alguna petición relacionada con él, es así de simple, "Es relacionado con el Joven Shirou, la petición es que vaya a hablar con él y qué posibilidades hay que nos dé una mano nuevamente"

Se escuchó un sonido fuerte en la habitación, Griselda vio sorprendida a su señora, ella dio un pequeño golpe a su escritorio y dejo lo que estaba haciendo para ver a la única persona aparte de ella en la habitación.

"Nuevamente con eso, entiendo que Shirou-san es fuerte y que puede ayudarnos, pero no pienso poner mi amistad con él en juego"

"Señorita Gabriel, espere..."

"No, Griselda", La mencionada retrocedió un poco al ver como su señora, daba pequeños golpes al suelo con sus tacones, ella estaba haciendo una rabieta... la ángel más pura e inocente del cielo por un solo humano, "Desde que mis hermanos se enteraron de Shirou y la lanza sagrada que está en su poder han tratado de unirlo a la facción del cielo, no me molestaría para nada eso, pero"

Ella hizo una pausa para acercarse a su amiga y reina, esta se quedó quieta al ver como el dedo de su señora se movía cerca de su rostro en una forma de ocho, ella sonrió un poco ante aquella escena.

"Shirou-san solo desea vivir tranquilo junto a su hermana menor, le di mi ayuda ese día porque vi un deseo hermoso en ese joven, su deseo de proteger a su hermana, el amor sincero y puro que este sentía por ella, mis hermanos son unos tontos si cree que dejara que se acerquen a mi amigo y su hermana", Griselda siguió con esa sonrisa falsa ante las palabas de su señora, ella pensó que esas palabras podrían hacer que el sistema se encendiera, pero no fue el caso, ella se sorprendió que nada paso y vio cómo su señora salió de la habitación dejándola sola.

"Ella no habrá escapado de hacer su trabajo ¿Verdad?", Griselda vio cómo su señora no regresaba, pensó que podría haber ido a decirle algunas cosas al señor Michael o incluso contra sus hermanos, pero su idea se desvaneció al ver como el gobernante del cielo actual apareció detrás de ella.

"¿Dónde está Gabriel, Griselda?", Ella no respondió nada ante las palabras y guardo silencio por los próximos segundo, escucho un suspiro por parte del Michael, "Escapo de nuevo ¿verdad?"

Ella solo asintió ante esas palabras, Michael camino hasta el escritorio de Gabriel, tomando su trabajo pendiente, ambos conocían como era ella, buscando la manera de escapar de hacer su trabajo correspondiente pero no esperaban que ahora lo haga más a menudo.

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En otro lugar se podía ver a un joven de cabello rojizo otoñal durmiendo nada cómodo sobre muchas telas y algunas partes de maniquís, toda la habitación donde se encontraba está completamente desordenado, la única arte que se veía medianamente decente era el rincón al lado opuesto donde estaba durmiendo, cajas de madera de la más fina y elegante adornadas con listones, en su interior se odia instruir que había ropa casual o incluso vestidos elegantes.