Una vida tras otra te buscaré, estamos enlazados hasta el final de los tiempos.
Nos pertenecemos y siempre volveremos al otro, solo debo descubrir cómo hacer que no nos vuelvan a separar.
★ No se permiten adaptaciones★
★Contenido + 18★
★3er lugar en...
Hola personitas bellas💜 este capítulo será yoonmin, espero les guste y me puedan dejar su estrellita, amor eterno a ustedes.
Foto yoonmin para comenzar la lectura.
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—¿Estas seguro en dejarlos solos?, No vaya a ser que mi bebé quiera jugar y mate al cazador.
— No le hará daño jimin, aunque lo odie o este enojado, se que no será capaz de dañar a jungkook. Siempre dice que lo matará, que se Vengara del cazador que lo llevó a su muerte... Pero lo cierto es que estoy seguro que aún lo ama.
— Pobre mi tete, tiene su corazón tan dañado que me preocupa lo que está por pasar ahí.
— Tranquilo My love, estarán bien....podríamos...hacer algo mientras estamos aquí, jugar.... Tal vez..
— Tae debe tener alguien juego de mesa por aquí, dame unos minutos.
El sabueso rio de la inocencia de cupido, el claramente se había referido a otra cosa, pero verlo tan lindo y ajeno a su atrevimiento, no dejaba de encantarle.
Lo hacía sentir querer corromperlo de todas las formas posibles.
— Jimin bebe, ven aquí...yo te voy a enseñar un juego en el que no necesitaremos nada más que a nosotros.
Yoongi siempre se insinuaba, habían veces en que los besos que compartían los hacía subir de tono arriesgandose a incorporar unas manos traviesas, o simplemente a hacer cosas descaradas en frente de jimin, pero nada parecía perturbar la tranquilidad de cupido.
Si bien ya habían estado juntos antes, había Sido solo un par de veces y su Jimin seguía igual de inocente, a pesar de las cosas sucias que le había hecho.
Cupido se acercó hacia el sabueso, el cual no perdio oportunidad de jalarlo sobre su regazo, haciendo que el chico quedará a horcajadas sobre el, presionando ligeramente sus intimidades, y haciendo que un pequeño jadeo saliera de sus esponjosos labios.
— Oh! ¿A este tipo de juegos te referías?, Eres un cachorro travieso...
— Pero mini, solo mírate.... Estás tan bonito que no consigo tener mis manos apartadas de ti, en cada momento quisiera besarte y acariciarte.
— No se si sea correcto... Estamos en la habitación de Tae, sobre su cama. Podría molestarse si se da cuenta que profanamos su espacio.
— Entonces debemos ser silenciosos bebé...
Dicho esto Yoongi se acercó a besar a Jimin con intensidad, saboreando cada espacio de la boca ajena y marcando un ritmo completamente exitante y enloquecedor.
Sus manos se paseaban con delicadeza sobre el trasero de cupido, amasando y estrujando, sin querer que quedase ningún lugar libre de su toque.
Las manos de jimin acariciaban los firmes hombres del sabueso, sintiendo su musculosa espada y haciendo presión para darle la señal de que quería ver piel.
